No es nada nuevo decir que cada Tesla es algo así como una gran caja de sorpresas. Los ingenieros y desarrolladores que han trabajado en cada uno de los modelos de la firma californiana han ocultado desde sus inicios lo que en el mundo de los videojuegos se denomina como “Easter Eggs” o huevos de pascua, elementos secretos que suelen aparecer después de que el usuario realice una secuencia de interacciones determinadas o que incluso explore en la configuración del sistema. Desde el principio Elon Musk ha visto precisamente a sus productos Tesla como la posibilidad de darle a sus clientes un pequeño juguete con el que disfrutar conduciendo y además presumir de sus numerosos gadgets. Sin embargo, ahora ese disfrute también se puede llevar a cabo con el vehículo completamente parado. No estamos hablando en esta ocasión de hacer algunos dibujos en la variante de Paint instalada, sino que con la llegada de la actuación del software a la versión 9, los Tesla cuentan ahora con un Easter Egg en forma de emulador de juegos clásicos de las Atari de finales de la década de los setenta. Actualmente cuenta con hasta cuatro títulos que se pueden controlar a través de la pantalla táctil que incorpora cada vehículo, entre ellos nombres tan icónicos que marcaron a las primeras generaciones de ‘gamers’ como Missile Command, Asteroids, Lunar Lander y Centipede, aunque el propio Musk ya ha dejado entrever que también llegarán el Tempest o el mítico juego de carreras Pole Position, el cual podrá previsiblemente controlarse a través del volante del propio vehículo. En el futuro no se descarta que la compañía californiana incluso vaya un poco más lejos y opte por juegos más actuales, especialmente si tenemos en cuenta que Elon es todo un amante y consumidor de dicha industria. Sin embargo, la actualización v9.0 del software incluía seguramente opciones mucho más funcionales e importante para la conducción. El Autopilot, el cual había sufrido problemas con la instalación de la última versión, recibía novedades, la cuales tienen incidencia directa en el asistente de conducción y más concretamente en el monitoreo del punto ciego. Hasta ahora, dicha monitorización era realizada por los sensores ultrasónicos con los que cuenta el vehículo, sin embargo, ahora esta tecnología contará también con el apoyo de las ocho cámaras laterales y traseras del coche, las cuales se encargarán de vigilar los carriles, mientras que los sensores harán lo propio con las áreas circundantes. Estas novedades mejoran por tanto los datos que obtiene el sistema Autopilot de lo que nos rodea mientras circulamos. Los Model S, Model X y Model 3 contarán con una visualización de 360 grados de los vehículos con los que compartimos vía en esos momentos, además incorporando una nueva alerta luminosa) la línea de carril que se muestra en el display se volverá roja) cuando activamos el intermitente y el sistema detecta que hay un vehículo circulando en el ángulo muerto.