La historia de los salones del automóvil: París, pionera

Era una época de grandes avances tecnológicos y científicos,  la llamada ‘Belle Époque’, en el año 1885, el ingeniero alemán Karl Benz,  pasea orgulloso con su primer automóvil. El primer automóvil de combustión interna de la historia. Algo estaba empezando a cambiar. Casi, de manera simultánea en Europa y Estados Unidos, otros inventores patentan sus vehículos autopropulsados, el ritmo del día a día ya nunca volvería a ser el mismo… Las distancias entre ciudades parecían acortarse. Comenzaba un tiempo, en el que las pequeñas ferias locales para mostrar las últimas novedades al público,  se mezclaban con grandes eventos como las exposiciones universales. En este contexto, el mundo de la automoción, que poco a poco iba creciendo, encuentra su lugar en París. En 1898 la capital francesa acogía el primer salón del automóvil con carácter internacional.  Marcas como Renault o Peugeot impresionaban con sus creaciones. En esas primeras décadas se presentaron importantes modelos para la historia, como fue el Citroën 11, conocido como ‘Pato’ en España. Un coche que debió su éxito a la tracción delantera que montaba. Por su parte , Peugeot sorprendía con el 601 C Eclipse, al ser el primer descapotable de techo rígido y automático. La muestra gala sólo se detuvo en dos ocasiones a causa de la I y II Guerra Mundial. Algunas marcas tuvieron que invertir sus esfuerzos en la industria armamentística.  Y fue, tras 1949, cuando el sector entra en una fuerte fase de crecimiento. En los 50 se destaparon coches tan importantes a nivel tecnológico como el DS19 o más vulgarmente conocido como Tiburón. Su diseño revolucionario y adelantos como los faros direccionales o la suspensión neumática, lo definían... La cita parisina crecía en cada edición y con frecuencia se superaba ya el millón de visitantes. Era un reclamo para las marcas de todo el mundo como demuestra la presentación  en 1957 del primer vehículo japonés: El Nissan Skyline. Mientras, otros salones como el de Berlín, Turín o Detroit buscaban dar prestigio a la industria local. Pero los tiempos cambian y en los 70, debido a una situación económica delicada, como la que hemos padecido en nuestros días, el salón de Paris pasa a celebrarse cada dos años, alternándose con Frankfurt donde se han presentado modelos tan carismáticos como el Ferrari F40. La última creación que firmó personalmente Enzo Ferrari y el primer hiperdeportivo que sentó las bases de los que tenemos hoy en día. Aún así, París se mantiene como una de las citas más importantes a nivel mundial, fiel a sus raíces. Y como tal, sigue recogiendo modelos que rebosan elegancia, técnica e innovación. Más de un millón de visitantes y más de 500 marcas se dan cita cada dos años en la Puerta de Versalles. La industria francesa aprovecha que juega en casa para sacar a relucir todo su poder. Peugeot, Renault o Citroën se ponen sus mejores galas y deslumbran a los visitantes con los prototipos más avanzados. Edición tras edición, consiguen sorprendernos con sus nuevas propuestas. En Centímetros Cúbicos: , , ,