Un acto reflejo que puede perjudicarte
La razón por la que quitar la nieve de tu coche si te quedas atrapado no es buena idea
En momentos extremos, mantener la calma y actuar con cabeza puede beneficiarte más de lo que crees.
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Lanieve se ha convertido en el tema de conversación preferido de los últimos días en buena parte de España, que de un día para otro amaneció cubierta por un espeso manto blanco que, en muchos lugares, sigue presente. En lugares como Madrid y Castilla la Mancha la cantidad de nieve que cayó se ha considerado, incluso, histórica. VER VÍDEO ARRIBA
De hecho, muchos conductores han tenido que pasar la noche en sus vehículos, en una carretera, atrapados por una nevada mucho más intensa de lo que se preveía. En esos momentos es perfectamente normal perder los nervios ya que nos encontramos en un escenario de tensión e incomodidad, pero lo mejor que puedes hacer es mantener la calma y reaccionar con cabeza.
Muchos conductores, tras un rato parados, tienden a eliminar la nieve de la parte superior de sus vehículos pensando que así verán mejor y podrán iniciar la marcha antes, pero la realidad es que si tienes que pasar muchas horas en el interior de tu vehículo a consecuencia de la nieve, es mucho más recomendable no tocar la nieve que se acumula y dejar que cubra el vehículo completamente. Parece una contradicción, pero no es así.
Según explica el capitán de corbeta Aurelio Soto en laSexta Noticias, dejar que la nieve cubra nuestro coche es una buena idea si tenemos que pasar la noche en su interior, por la sencilla razón de que la nieve, cuando alcanza cierto espesor, pasa a actuar como un iglú en combinación con la carrocería del coche, manteniendo de manera mucho más efectiva la temperatura del habitáculo y permitiendo que no gastemos tanta energía en mantener una calidez razonable ahí dentro.
Por supuesto, cuando iniciemos la marcha sí que debemos eliminar la mayor cantidad de nieve posible de nuestro coche, ya que con el movimiento y la velocidad es muy posible que se desprendan grandes bloques de nieve que pueden suponer un obstáculo y un sobresalto para los conductores que nos preceden, pudiendo provocar un accidente.
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