CLAVE PARA EL ESTADO DE LA CARROCERÍA
Limpieza del coche: esto es todo lo que hacemos mal a la hora de ponerlo a punto
Al lavar nuestro vehículo tenemos que tomar una serie de precauciones como elegir el escenario adecuado o emplear productos específicos, entre otros.
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En la rutina de muchos conductores no figura el paso frecuente por un centro de lavado para vehículos. Un acción que no sólo nos permite mantener una adecuada visibilidad a través de las lunas y espejos del coche, también es vital para conservar el buen estado de la carrocería y la pintura: puede parecer algo nimio hasta que te das cuenta que estos desperfectos son señalados en la ITV. Por ello, vamos a repasar todo lo que hacemos mal al lavar el coche.
Los errores que vamos a reseñar a continuación no tienen consecuencias especialmente graves si los cometemos alguna vez, pero si se convierten en una rutina pueden tener efectos negativos en la carrocería del coche. La limpieza es un proceso que necesita tiempo, formas, productos y un lugar adecuado para ello como un box o un lugar privado en el que puedas lavarlo a mano. Recuerda que hacerlo en la calle está multado y las cifras pueden ir desde los 30 hasta los 3.000 euros, dependiendo del ayuntamiento.
Las rutinas
El primer fallo que cometen muchos conductores es el de no convertir la limpieza del coche en una rutina habitual. Es fundamental lavarlo de forma regular para evitar que la suciedad se incruste provocando daños en la carrocería que, además, en algunos casos puede desembocar en una corrosión.
Por otro lado, no es recomendable llevar a cabo esta operación a pleno sol porque creará cercos y brillos irregulares. Y, por último, no hay que rascar los restos secos porque podríamos arrancar la pintura: hay que ablandarlos primero (con productos específicos si es necesario como, por ejemplo, en el caso de los mosquitos) y eliminarnos después.
Las herramientas y las formas
Una de las claves para llevar a cabo una adecuada limpieza reside en el uso de productos específicos para lavar el coche: olvídate de los que tienes para realizar las tareas domésticas. Por otro lado, hay que actuar de arriba a abajo porque en la parte inferior es donde más suciedad se acumula debido al humo, al desgaste de las ruedas, a los lugares por los que circulamos y si invertimos la dirección, la extenderemos.
Si vas a usar una pistola a presión recuerda mantener una distancia mínima de 30 centímetros para no dañar la carrocería y cambia el agua del cubo si has optado por un proceso manual.
Lo que nos olvidamos
Por último, vamos a recordar a los grandes olvidados de la limpieza del coche. Repasa los marcos interiores de las puertas para eliminar el polvo y la suciedad que en ellos se acumula. Haz lo propio con los cristales y espejos para evitar zonas sucias y brillos que limiten la visibilidad. Y limpia las escobillas para que las gomas no pierdan sus propiedades.
Cómo limpiar las lunas del coche sin esfuerzo
Para conseguir una limpieza óptima y sin dañar los cristales, primero, asegúrate que todas las ventanillas del coche están cerradas, a continuación, echa agua para eliminar la tierra y la suciedad acumulada en los cristales, de este modo evitarás producir arañazos en el cristal. Te aconsejamos que utilices una manguera si es posible, o con la ayuda de un cubo.
Mezcla en un recipiente agua con vinagre y si quieres puedes echarle un poco de bicarbonato. Extiende dicha mezcla con ayuda de una esponja por la luna, deja actuar durante unos minutos y luego aclara con abundante agua.
Por último, te aconsejamos que cojas una bayeta de fibra y la pases por todo el cristal para conseguir eliminar todas las marcas que el agua ha dejado al secarse.
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