Líneas discontinuas más cortas: ¿qué significan?

La seguridad vial es lo más importante cuando nos encontramos en carretera. Por ello, prestar atención a las marcas viales se establece como aspecto fundamental para una conducción segura, correcta y eficaz. Existe una gran cantidad de señales viales. Desde las verticales como los ceda el paso y los stop, hasta las líneas discontinuas y continuas que se aprecian a lo largo de toda el asfalto.

La línea continua la encontramos en situaciones donde el conductor tiene prohibido cruzar o atravesar el carril. Por su parte, la discontinua pese a delimitar también la vía en dos sentidos de circulación tiene varias funciones más allá de la de indicar permiso para realizar un adelantamiento.

Cuando una línea discontinua se acorta, esta advierte a los usuarios de un riesgo inminente. Aunque todas ellas suelen derivar una línea discontinua son hasta cuatro las posibles situaciones en las que podemos encontrarlas. La primera indicaría cercanía a un paso de peatones. La segunda, la proximidad a un cruce peligroso donde pueda aparecer un tercer carril o donde sea necesario invadir el sentido contrario para desviarse. La siguiente sería la llegada de un cambio de rasante, curva cerrada o cualquier otro obstáculo que pueda afectar la visibilidad del conductor. La cuarta es la entrada a una zona con tráfico masificado que obligue a reducir notablemente la velocidad.

Sin embargo, encontramos algunos casos especiales. En vías interurbanas las líneas discontinuas más cortas pueden indicar la obligación de cambiar de carril frente a la proximidad de una salida. En las urbanas, por su parte, estas marcas viales pueden significar la prohibición total de adelantamiento.

Por lo tanto, si ves unas líneas discontinuas de este tipo agudiza un poco más los sentidos al volante porque estás próximo a una situación de riesgo. Las marcas viales tienen siempre una función.

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