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DESDE 2020

¿Los drones de la DGT pueden multar? Sí: así lo hacen

El año pasado pusieron 220 multas, pero lo cierto es que todavía no están capacitados para reconocer todas las infracciones.

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La Dirección General de Tráfico (DGT) dispone de diferentes medios para controlar que los conductores cumplan con la normativa: radares fijos, móviles y de tramo, furgonetas, controles a pie de carretera… Y también drones. ¿Pueden multar?. En 2020 pasaron su correspondiente fase de pruebas y desde entonces están capacitados para ello. Eso sí, sus características no les permiten castigar todas las infracciones. VER VÍDEO.

El año pasado, la plantilla de drones de la DGT estaba formada por once dispositivos empleados para diferentes tareas de vigilancia. Entre ellas está, como decíamos, la de sancionar. No en vano, entre enero y agosto, reconocieron 220 infracciones y pusieron su correspondiente multa. La más frecuente llegó de la mano de aquellos conductores que no respetaron la prioridad en la calzada: un 28% de los castigos.

Entre las sanciones más habituales interceptadas por los drones nos encontramos, además, con el uso del móvil al volante (12%), no respetar las marcas longitudinales y señales de la vía (12%), no mantener la distancia de seguridad al adelantar ciclistas (4%) y el uso incorrecto de sistemas de seguridad como el cinturón, los SRI o el casco en el caso de los motoristas. No hablamos de excesos de velocidad porque estos dispositivos todavía no están cualificados para poner ese tipo de multas.

¿Cómo sanciona un dron?

Están equipados con cámaras ópticas de alta definición que le proporcionan un rango de visión que puede llegar a ser de dos kilómetros. Son capaces de controlar un radio de acción de hasta 500 metros, están diseñados para volar a una altura máxima de 150 metros (aunque no suelen alcanzarla cuando están operativos) y su autonomía de vuelo es de veinte minutos.

A la hora de ponerlos en marcha y después de elegir cuál es el tramo de carretera en el que van a actuar, la patrulla escoge un punto seguro que servirá como base de operaciones. Allí estacionan el vehículo y despegan el dron. Un agente es el encargado de manejar el dispositivo a una altura máxima de 120 metros mientras su compañero revisa las imágenes proporcionadas para controlar lo que sucede sobre el asfalto. Si se produce una infracción, se notifica la multa y, si es posible, se para al conductor.

Y en 2021 estas intervenciones contarán con refuerzos ya que la Dirección General de Tráfico incorporará 28 drones más a su plantel: veinte estarán destinados a controlar el tráfico y, el resto, ocho, a formación.

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