Los combustibles sintéticos o neutros en carbono, cuyo proceso de fabricación atrapa el , que es empleado en vehículos de combustión, complementado por la electrificación, podrían contribuir a limitar el calentamiento global y ahorrar hasta 2,8 gigatoneladas de CO2 en Europa hasta 2050, según un estudio de Bosch. Este tipo de combustibles capturan este gas de efecto invernadero en el proceso de fabricación convirtiéndolo en materia prima. A partir de esta se puede generar gasolina, diésel y un sustituto del gas natural con la ayuda de electricidad de las fuentes de energía renovable. El presidente del consejo de administración de Robert Bosch, Volkmar Denner, afirma que los combustibles sintéticos pueden hacer que los vehículos de gasolina y diésel sean "neutros en carbono" y, por lo tanto, que contribuyan en cierta medida a limitar el calentamiento global. Para ello, será necesario el apoyo gubernamental a la hora de imponer el uso de este combustible a través de iniciativas. Para alcanzar los objetivos climáticos fijados en la conferencia de París, las emisiones mundiales de CO2 procedentes del tráfico tendrán que reducirse en un 50% en las próximas cuatro décadas. Para Denner, alcanzar estos objetivos requiere de otras soluciones "inteligentes" más allá de la electromovilidad, ya que incluso si todos los coches llegaran a ser eléctricos, los aviones, los , e incluso los vehículos pesados seguirían funcionando con combustible. Por otra parte, aunque se reducirá el precio de los coches eléctricos en los próximos años, el desarrollo de estos combustibles podría ser rentable. Hasta los 160.000 kilómetros, el coste total de un híbrido que funcione con combustible sintético podría ser menor que el de un coche eléctrico de gran autonomía, dependiendo del tipo de energía renovable utilizada. En Centímetros Cúbicos: | |