Madrid Central: ¿y ahora, qué?

Las elecciones municipales, autonómicas y europeas del pasado 26 de mayo han traído consigo un resultado, cuanto menos, incierto tanto para la comunidad de Madrid como para el ayuntamiento de la capital española, donde previsiblemente habrá un cambio de gobierno. La hasta ahora alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, cederá el bastión de mando, con casi total probabilidad, al candidato del PP, Jose Luis Martínez-Almeida.

Una de las "joyas de la corona" de la legislatura que acaba de agotarse ha sido la creación y puesta en marcha de Madrid Central, el gran Área de Prioridad Residencial que, gracias a las fuertes restricciones de tráfico pretende reducir los índices de contaminación de la cada vez más contaminada capital española, sin embargo, el candidato del PP, así como el candidato de VOX, Javier Ortega-Smith, uno de los previsibles socios de gobierno de Almeida, han manifestado su intención de eliminar Madrid Central a la mayor brevedad. ¿Es eso posible?

Todo apunta a que Madrid Central es ya una realidad que difícilmente podrá eliminarse del panorama madrileño. Las APR cada vez son más frecuentes tanto en España como en Europa, debido a que la densidad del tráfico es cada vez mayor, mientras que el ambiente de las grandes ciudades cada vez está más contaminado. ¿Podrá el futuro nuevo alcalde deshacerse de Madrid Central tan fácilmente?

El ejecutivo nacional, comandado por el socialista Pedro Sánchez, ya ha presentado su Ley de Cambio Climático y Transición Energética en la que se contempla que, a partir de 2023, será obligatorio establecer zonas de bajas emisiones (es decir, zonas con circulación restringida para los vehículos más contaminantes) en todos los municipios españoles con más de 50.000 habitantes.

Además de todo esto, desde la Unión Europea apuestan firmemente por soluciones como la de Madrid Central, bajo amenaza de fuertes sanciones económicas a los países que no adopten este tipo de acciones para reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire que todos respiramos. Por tanto, se prevén muchos movimientos en los próximos meses en la capital. ¿Qué sucederá finalmente?