La marca de coches más clásica se sigue reinventando y presentará su segundo eléctrico en 2025

"Reinventarse o morir", esa frase tan pronunciada en nuestros días ante los cambios y tendencias del futuro que cada vez son más presente. Hasta las marcas más tradicionales de la automoción la aplican y eso lo ha demostrado Rolls Royce, el fabricante de lujo considerado como el más tradicional se lanzó a la ola de los vehículos eléctricos hace ya algunos años cuando lanzó el Rolls-Royce Spectre.

Los hechos hablaron por sí solos: alargó los plazos de entrega de su primer EV por un exceso de demanda. Su mecánica de 430 kW (585 CV de potencia) y 900 Nm de par motor máximo cautivó a los conductores más exigentes y devotos de sus coches, que al contrario de lo que perciben los puristas en otras marcas, no vieron perdida la esencia de Rolls-Royce en ese coupé de 5,45 metros de largo. Sus dirigentes fueron más allá cuando anunciaron posteriormente que, a partir de 2030, todos los modelos que lancen al mercado serán eléctricos.

Un nuevo crossover

Según el medio digital británico Autonews, Rolls-Royce podría presentar a finales de este año su segundo coche eléctrico, el cual se espera que sea bien un crossover o un SUV de tamaño medio. En cualquier caso, la idea que tienen desde la firma de lujo es que se sitúe por debajo del Rolls-Royce Cullinan en cuanto a tamaño y potencia se refiere. Asimismo, pretenden superar las 377 ventas conseguidas por el Spectre en Europa durante su primer año completo de vida comercial y las 5.712 unidades vendidas en el mundo en 2024 (datos de la consultora Dataforce).

Es preciso indicar que Rolls-Royce se marcó 2027 como fecha de lanzamiento de su segundo eléctrico, pero el gran éxito del Spectre parece haber espoleado a sus dirigentes a adelantar su llegada al mercado. De esta forma, podría llegar a producción ya el año que viene.

Una gran inversión para la planta de Goodwood

Este año la marca inglesa propiedad de BMW invertirá un total de 300 millones de libras (358 millones de €) en su planta de Goodwood con dos objetivos principales: adecuarla a la producción de coches totalmente eléctricosyaumentar el espacio disponible tanto para el departamento de personalización de sus coches como para la división de vehículos únicos.

Desde Rolls-Royce aseguran que esta no es una inversión "arriesgada" ya que la división de personalización Bespoke (hecho a medida en español) vio incrementado su gasto promedio en un 10 % por vehículo, el más alto de siempre en la empresa. Para acabar, conviene indicar que en Goodwood ya trabajan 2.500 personas que pueden llegar a fabricar unos 28 coches al mes.

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