Mercedes-AMG descubre su futuro: más eléctrico que nunca y con hasta 805 CV

El futuro de Mercedes-AMG está en el motor eléctrico, aunque por el momento no hablamos de coches 100% eléctricos, sino de una combinación de diferentes tecnologías y soluciones para mantener con vida a los motores de combustión interna. Desde hace bastante tiempo Mercedes-AMG está buscando fórmulas para llevar la tecnología desarrollada en Fórmula 1 a sus vehículos de calle, y el momento ha llegado a través de una nueva familia de motorizaciones que podremos ver este mismo año en las calles.

Para empezar nos encontramos con un Mercedes-AMG GT 73 que conseguirá alcanzar los 804 CV de potencia máxima y los 1.000 Nm de par máximo gracias a la combinación de un 4.0 V8 Twin-Turbo y un motor eléctrico. Esta receta ha sido diseñada desde el primer instante para ser escalable a otros modelos, lo que da como resultado un sistema de asistencia eléctrica que podrá ser disfrutado en diferentes modelos y gamas en donde tiene presencia la marca. Partiendo de la configuración tradicional de motor térmico conectado a una caja de cambios de doble embrague y con tracción total, la solución de Mercedes ha sido electrificar diferente puntos del grupo motopropulsor para incrementar las prestaciones.

Así, además de un sistema microhíbrido capaz de aportar 14 CV adicionales a la potencia del motor térmico, ofreciendo funciones como las del alternador, el motor de arranque o Start/Stop a altas velocidades, también nos encontramos un esquema de propulsión eléctrica totalmente independiente sobre el eje trasero. Este diseño permite complementar al propulsor convencional con una potencia máxima de 201 CV y un par máximo de 320 Nm, teniendo además como particularidad el uso de una transmisión de dos relaciones para mejorar la respuesta. Para alimentar esta arquitectura se emplea una batería de iones de litio de 6,1 kWh de capacidad que supone un peso de 89 Kg.

Más allá de la aplicación en el próximo Mercedes-AMG GT 73, este esquema también ha sido confirmado para el próximo Mercedes-AMG Clase C (C 63 si se mantiene la denominación). En este caso el motor térmico sería el propulsor 2.0 Turbo de 421 CV empleado por el Mercedes-AMG A45, beneficiándose de las mejoras ya vistas en microhibridación y propulsión eléctrica adicional, aunque añadiendo una importante novedad en formo de turbocompresor electrificado. Desarrollado junto a Garrett, Mercedes-AMG será el primer fabricante en llevar a producción un turbocompresor asistido electricamente, lo que permitirá ofrecer una respuesta instantánea y un control total de la presión que necesitamos en todo momento. Con ello, la potencia máxima del conjunto alcanzará los 644 CV, sin embargo más allá de las cifras el fabricante alemán promete que la gran sorpresa de este nuevo esquema de propulsión será su respuesta en cualquier régimen.