DIÉSEL: VENTAJAS E INCONVENIENTES

¿Merece la pena un SUV diésel en 2025? Ventajas y desventajas

Si haces muchos kilómetros en carretera, un SUV diésel sigue siendo una opción lógica por su bajo consumo y gran autonomía. Las normativas medioambientales en 2025 penalizan cada vez más a los diésel, con peajes ecológicos y limitaciones en zonas urbanas.

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El diésel ha pasado de ser el rey de la carretera a convertirse en un tema controvertido. En 2025, los SUV diésel siguen existiendo, pero con más restricciones que nunca. La pregunta es clara: ¿siguen teniendo sentido o son un lastre con fecha de caducidad? Depende del uso que se le vaya a dar, pero también de las regulaciones que cada vez los acorralan más.

Ventajas: ahorro y autonomía

Si haces muchos kilómetros al año, especialmente en carretera, el diésel sigue siendo difícil de batir. Los SUV diésel modernos pueden ofrecer consumos de entre 5 y 7 litros cada 100 km, mientras que un gasolina o un híbrido puede dispararse por encima de los 8 litros en viajes largos. La autonomía es otro punto fuerte: con un depósito lleno, algunos modelos pueden recorrer más de 1.000 km sin repostar, algo impensable en un híbrido o eléctrico.

Además, los SUV diésel siguen destacando en eficiencia en autopista. Gracias a su elevado par motor a bajas revoluciones, mantienen velocidades de crucero sin esfuerzo y permiten adelantamientos con solvencia sin disparar el consumo. Esto los convierte en la opción más lógica para quienes hacen trayectos largos y frecuentes.

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Suministradores de diésel y gasolina | laSexta

Desventajas: restricciones y coste de mantenimiento

El problema es que fuera de la carretera la situación cambia radicalmente. En 2025, muchas ciudades han endurecido sus normativas medioambientales y han elevado las tasas a los vehículos diésel, incluso los más nuevos. Aunque algunos modelos con microhibridación aún obtienen la etiqueta ECO, esto no los exime de restricciones cada vez más severas en Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

A esto se suman los peajes ecológicos, una tendencia en aumento en Europa. Ciudades como Londres, París o Barcelona ya aplican tasas adicionales a los diésel en determinadas zonas, y se espera que más ciudades sigan este camino. Esto significa que, aunque el diésel pueda ser más barato en carretera, podría salir caro en entornos urbanos.

Otro punto crítico es el mantenimiento. Los motores diésel modernos tienen sistemas complejos para reducir emisiones, como el AdBlue, los filtros de partículas y los sistemas de reducción catalítica. Estos componentes requieren un mantenimiento más delicado y pueden generar averías costosas a largo plazo, algo que no ocurre con los eléctricos y, en menor medida, con los híbridos.

Audi Q8 50 TDI Quattro
Audi Q8 50 TDI Quattro | motor.atresmedia.com

¿Para quién sigue siendo una opción?

Si tu uso principal es viajar por carretera y haces más de 20.000 km al año, un SUV diésel sigue siendo una compra lógica. Su eficiencia en largos recorridos y su autonomía siguen siendo puntos fuertes. Sin embargo, si vas a moverte por ciudad con frecuencia, la realidad es que estarás cada vez más limitado y pagando más en impuestos, tasas o restricciones.

El diésel en 2025 no está muerto, pero está acorralado. Antes de comprar un SUV diésel, hay que hacer números y valorar si realmente compensa frente a un híbrido o un eléctrico.

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