QUE NO CUNDA EL PÁNICO
Modo emergencia: así debes actuar según la DGT
Nuestros coches son, cada vez más, máquinas plagadas de electrónica y electricidad, equipadas con decenas y decenas de sensores que se encargan de detectar cualquier fallo, por mínimo que sea, poniéndonos a veces en situaciones algo comprometidas
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La evolución de nuestros coches ha sido realmente impresionante en las últimas décadas, especialmente en lo que respecta a la integración de la electrónica en su diseño y funcionamiento. Desde los sistemas de control y gestión de motor hasta los sistemas de entretenimiento y seguridad, la electrónica ha revolucionado la forma en que interactuamos con nuestros vehículos. Hoy en día, los automóviles están equipados con una amplia gama de sensores, actuadores y sistemas informatizados que permiten un control más preciso y eficiente en todas las condiciones de conducción, haciendo que nuestros coches se hayan convertido, básicamente, en “ordenadores con ruedas”.
La electrónica también ha facilitado la implementación de tecnologías avanzadas como la asistencia de conducción y la conectividad con dispositivos móviles, mejorando de manera más que destacable la experiencia tanto de conductores como del resto de ocupantes y elevando los estándares de seguridad y comodidad en la carretera. Sin embargo, y pese a que la inmensa mayoría de los vehículos actuales son fiables y resistentes, lo cierto es que tanta carga electrónica puede llegar a provocar fallos que los “coches de antes” no se daban.
Uno de los fallos más comunes y a la vez que más pueden llegar a asustar a los conductores es lo que se conoce como “modo emergencia”, una estrategia de funcionamiento que la centralita de motor del coche adopta cuando ciertos componentes fallan o algunos sensores detectan un parámetro fuera de los márgenes correctos de funcionamiento. La Dirección General de Tráfico es consciente de que los coches actuales son cada vez más complejos y que muchos conductores pueden llegar a verse sorprendidos en caso de encontrarse frente a una situación así, de manera que nos explica cómo debemos actuar.
¿Modo emergencia? Que no cunda el pánico
Ante la aparición de un modo de emergencia en el vehículo, es crucial seguir una serie de pasos para abordar la situación de manera efectiva y segura. En primer lugar, es recomendable consultar el manual del vehículo para comprender qué puede indicar este modo específico. Luego, es importante realizar una inspección visual de sensores y componentes en busca de posibles daños evidentes que puedan estar causando la advertencia, y en caso de que detectemos una avería a simple vista, detener el motor y llamar a la asistencia.
Además, se aconseja verificar los niveles de líquidos, como el aceite y el refrigerante, así como cualquier otro fluido presente en el vehículo, para descartar problemas relacionados con su nivel o calidad. Si el problema persiste, reiniciar el sistema electrónico desconectando la batería durante unos minutos puede ser una solución efectiva. Sin embargo, si ninguno de estos pasos resuelve la situación, se recomienda llevar el vehículo a un taller mecánico para un diagnóstico y reparación profesional de cualquier
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