¿Motos 'a prueba de balas'? Existen, ¡y son españolas!

La economía colaborativa está ganando fuerza día tras día, teniendo en el "" uno de sus ejemplos más claros. Hoy no hablamos de "carsharing", sino de " motosharing", es decir, motos compartidas. Este tipo de empresas son cada vez más frecuentes, sobre todo en las grandes ciudades, donde la movilidad personal se enfrenta al reto de una circulación cada vez más restringida y a un ambiente cada vez más contaminado. La empresa  IoScoot, de origen español, es una de las últimas en llegar a este mercado, ofreciendo, de forma similar al de otras alternativas como Ecooltra o Muving, un modelo de alquiler de motocicletas eléctricas por minutos, que permiten a los usuarios disponer en todo momento de un medio de transporte rápido, barato y respetuoso con el medio ambiente. Pero, ¿qué hace a las motos de IoScoot tan especiales?

Lo primero, el aspecto. Es evidente que no se trata de una scooter al uso, sino que se ha optado por un diseño mucho más basto, más rudo, que apuesta por la practicidad y por la robustez antes que por la belleza. A ese diseño hay que sumar la presencia de una instrumentación completamente digital que, además de informarnos del estado de la moto, hace también las funciones de GPS, pudiendo guiarnos hasta nuestro destino. Y es que, aunque parezca mentira, estas motos están pensadas para resultar más resistentes a actos vandálicos, prescindiendo de embellecedores y piezas plásticas susceptibles de estropearse. Fabricadas en Croacia, este modelo de moto, llamado The Core, se ensambla en la factoría de Dock-Ing, una fábrica militar de armamento, compartiendo la misma cadena de montaje en la que se ensamblan tanques. Sin duda, una garantía de durabilidad. En Centímetros Cúbicos:  |