La polémica de los neumáticos refrigerados

Los neumáticos refrigerados con agua en la F1: ¿trampas o avance tecnológico?

La FIA investiga un posible "truco" de algunos equipos para refrigerar los neumáticos desde el interior. Esta práctica genera debate sobre los límites de la innovación en la máxima categoría del automovilismo.

Checo Pérez vuelve a estar en la cuerda floja dentro de Red Bull

Checo Pérez vuelve a estar en la cuerda floja dentro de Red BullRed Bull Content Pool

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La Fórmula 1, cuna de los avances tecnológicos en el mundo del motor, vuelve a ser noticia por "trampas" o "trucos" que podrían estar comprometiendo la competición. Esta vez, la polémica gira en torno a un supuesto procedimiento que algunos equipos estarían utilizando para refrigerar sus neumáticos desde el interior. La FIA, organismo rector de la competición, ha puesto el foco en esta práctica que podría estar bordeando los límites del reglamento.

Según suspicacias tras el Gran Premio de Singapur en el que supuestamente algunos vieron ruedas con líquido en los monoplazas de McLaren, algunos equipos podrían estar inyectando agua u otro líquido en el interior de las ruedas para controlar la temperatura de los neumáticos. Esta técnica, de confirmarse, permitiría a los monoplazas y más concretamente a los neumáticos, mantener un rendimiento óptimo durante más tiempo, limitando la degradación térmica que tanto afecta al comportamiento de los coches en carrera.

Sin embargo, el reglamento técnico de la F1 es claro al respecto. El artículo 10.8.4 especifica que "los neumáticos sólo podrán inflarse con aire o nitrógeno", prohibiendo explícitamente cualquier proceso que busque reducir la humedad en el neumático y su gas de inflado.

Red Bull dice estar en conversaciones activas con la FIA
Red Bull dice estar en conversaciones activas con la FIA | Red Bull Content Pool

Pirelli, el proveedor oficial de neumáticos de la F1, ha entrado en escena para arrojar luz sobre el asunto tras analizar los neumáticos de todos los monoplazas tras finalizar la carrera al spring del Gran Premio de Brasil en Interlagos. Mario Isola, jefe de F1 y competición de Pirelli, ha declarado: "No puedo ver nada extraño en los datos que tenemos. No tengo ninguna evidencia". Sin embargo, Isola también ha explicado que, en teoría, sería bastante simple inyectar agua en el neumático a través de la válvula, aunque esto complicaría el control de la presión interna, haciendo que fuera incluso peligroso.

El origen de la alarma está en Red Bull, que temía que el rendimiento mejorado desde el GP de Miami por parte de McLaren y Lando Norris pusiera en peligro el título de Verstappen. Tras la victoria de este último en Brasil, los ánimos están más calmados, pero sigue siendo sospechosa la diferencia en rendimiento que se vio desde Miami en la escudería británica.

La polémica ha generado reacciones encontradas en el paddock. Mientras algunos ven esta técnica como una innovación brillante que empuja los límites de la ingeniería, otros la consideran una trampa que va en contra del espíritu de la competición. Toni Cuquerella, ex ingeniero de Ferrari, ha declarado que "meter agua en los neumáticos no aporta absolutamente nada", basándose en su experiencia en la categoría. ¿Ya probó Ferrari dicha tecnología? Probablemente, pues la propia Red Bull también estuve probado cómo de efectivo podría ser el uso de agua dentro de los neumáticos de los monoplazas, en un momento en el que no había directiva técnica que lo prohibiera. ¿Ha encontrado McLaren la forma de usar agua sin los riesgos de presión y de una forma que sea imperceptible según las comprobaciones tras la carrera?

Lando Norris y Oscar Piastri firman un nuevo doblete tenso para McLaren
Lando Norris y Oscar Piastri firman un nuevo doblete tenso para McLaren | McLaren

Esta controversia no es nueva en la F1. A lo largo de su historia, la categoría reina del automovilismo ha sido testigo de numerosas innovaciones que han bordeado los límites del reglamento. Uno de los casos más famosos fue el del equipo Brawn GP en 2009. Con un presupuesto limitado y partiendo prácticamente de cero tras la retirada de Honda, el equipo de Ross Brawn desarrolló el revolucionario difusor doble. Esta innovación, que aprovechaba un vacío legal en el reglamento, proporcionó a Brawn GP una ventaja aerodinámica significativa que les llevó a ganar ambos campeonatos en su única temporada en la F1.

Otros ejemplos notables incluyen el sistema de suspensión activa de Williams en los años 90, el F-duct de McLaren en 2010, o el más reciente DAS (Dual Axis Steering) de Mercedes en 2020. Todas estas innovaciones fueron consideradas inicialmente controvertidas, pero terminaron siendo aceptadas como avances tecnológicos legítimos, al menos hasta que fueron prohibidas en temporadas posteriores.

Lando Norris quiere seguir recortando en el Mundial
Lando Norris quiere seguir recortando en el Mundial | McLaren

La Fórmula 1 siempre ha sido un campo de batalla donde la innovación tecnológica y la interpretación del reglamento van de la mano. El desafío para la FIA radica en encontrar el equilibrio entre fomentar la creatividad ingenieril y mantener una competición justa. Mientras tanto, los aficionados esperan con expectación el desenlace de esta nueva polémica que podría influir en el resultado final del campeonato.

En última instancia, estos "trucos" y avances tecnológicos son lo que hace única a la F1. Son el motor que impulsa la innovación en la categoría y, por extensión, en la industria en general. La pregunta que queda en el aire es: ¿dónde está el límite entre la ingeniosa interpretación del reglamento y la trampa? La respuesta, como siempre en la F1, probablemente se encuentre en una zona gris que seguirá dando que hablar en las próximas carreras y temporadas, y seguirá siendo juez a la hora de determinar quién será campeón.

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