SINIESTRALIDAD Y SEGUROS
Los nuevos límites de velocidad tienen una consecuencia positiva para el bolsillo del conductor
Todo apunta a que si esta medida ayuda a reducir la siniestralidad, los perfiles de los conductores mejorarán y bajará el precio de la prima.
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La noticia no es nueva y, a estas alturas, todos los usuarios la conocen: la velocidad máxima de algunas vías urbanas ha sido reducida de 50 km/h (que se mantiene en aquellas que tienen dos o más carriles por sentido) a 30 (en calles de un único carril por sentido) y 20 km/h (en vías con una plataforma única de calzada y acera). Una media que tiene algunas ventajas y entre ellas encontramos una que afecta al bolsillo del conductor: el precio del seguro del coche.
La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha encargado de explicar el porqué de esta reducción asegurando que ayudará a que el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello disminuya. No en vano, según sus estimaciones, los nuevos límites rebajarán hasta en un 80% el riesgo de perder la vida en un accidente urbano. Y no sólo eso: también hará que la gravedad del resto de lesiones sea menor.
Al mismo tiempo, bajarán las posibilidades de provocar un incidente de este tipo porque la reducción de la velocidad dará más tiempo de reacción al conductor. Algo fundamental si tenemos en cuenta que las distracciones se encuentran detrás del 30% de los accidentes mortales. Y a todas estas ventajas relacionadas con la seguridad vial y la siniestralidad hay que añadir una más de tintes económicos: la incidencia que puede tener sobre el precio de los seguros de coche.
Un seguro más barato
Según el comparador Acierto.com, los nuevos límites de velocidad que afectan al 60-70% de las ciudades españolas podrían tener un efecto positivo en la tarifa de la póliza: si esta medida provoca una disminución de la velocidad y, en consecuencia, de la siniestralidad… los conductores tendrán mejores perfiles y unos historiales con menor riesgo.
No se trata de una consecuencia inmediata, sino que este efecto se producirá a medio plazo cuando la normativa esté asentada y dé sus frutos. Sea como sea, su influencia podría beneficiar al bolsillo del conductor ya que a la hora de calcular el precio de un seguro de coche son varios factores los que las compañías tienen en cuenta: marca del coche, modelo, potencia, antigüedad, presencia de accesorios, edad del conductor, ubicación de la vivienda, estado civil, conductor adicional menor de 25 años… sin olvidar el perfil y el historial de siniestralidad.
Desde el punto de vista del comparador, si un conductor tiene menos accidentes su perfil será más fiable y la prima podría bajar. Un efecto aplicable tanto si permanece en su aseguradora como si se cambia ya que la mayor parte de ellas están presentes en el Fichero Informativo de Vehículos Asegurados (FIVA). Se trata de una base de datos de siniestralidad de los tomadores de sus pólizas gracias a la cual pueden conocer el historial de cada usuario para calcular el precio de las pólizas.
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