PODRÍA REDUCIR LAS EMISIONES GLOBALES DE CARBONO EN UN 28%
Objetivo: carreteras que generen el 60% de la energía global
Un innovador estudio propone cubrir las autopistas con techos solares fotovoltaicos para reducir las emisiones de carbono y mejorar la seguridad vial. Esta idea podría generar más del 60% de la electricidad que el mundo consume anualmente, todo mientras protege nuestras carreteras.
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La idea que presenta este reciente estudio es que las carreteras no solo sean nuestra vía de transporte hacia nuestros destinos, sino que también se conviertan en una herramienta clave para un futuro más sostenible. La propuesta sugiere cubrir las autopistas del mundo con techos solares fotovoltaicos.
Parece sacado de una película, conducir por una autovía mientras, sobre tu cabeza, se extienden paneles solares que recorren toda la carretera. Con cada kilómetro que recorres, se está generando energía limpia que contribuye a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
El investigador Ling Yao, junto con su equipo, observó la red de carreteras desde un paso elevado. Y es que en todo el planeta, hay más de 3 millones de kilómetros de autovías que podrían ser utilizados para algo más que simplemente conectar ciudades.
Según este estudio, la instalación de techos solares en estas autopistas podría generar hasta 17.58 petavatios-hora de electricidad al año. No es una cifra insignificante, se trata de una cantidad que representa el 60% de la energía consumida el año pasado en todo el planeta.
Uno de los pilares de esta idea es su potencial para reducir las emisiones globales de carbono en un 28%. Al aprovechar la energía generada, se reduciría drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles, lo que equivaldría a una disminución de 9.66 gigatoneladas de CO2.
No solo se trata de ventajas ambientales. Los techos solares también podrían mejorar la seguridad vial. Según el estudio, cubrir las autopistas con techos solares podría reducir las muertes por accidentes en un 10.8%. ¿Cómo? Muy simple, las inclemencias del tiempo, como la lluvia y la nieve, no alcanzarían la superficie del asfalto, haciendo que esta sea más segura.
Ya se están llevando a cabo programas piloto en varios países europeos. Alemania, Austria, Suiza y Francia han comenzado a estudiar la viabilidad de instalar paneles solares en sus autopistas.
Sin embargo, la implementación no está exenta de desafíos. El coste de la instalación es alto, y el mantenimiento de los techos solares, incluyendo la limpieza regular de los paneles, podría ser un obstáculo para que este plan se lleve a cabo. A pesar de esto, los beneficios parecen superar con creces los posibles inconvenientes que podría traer su llegada a nuestras carreteras.
Es paradójico que las carreteras, que han sido responsables de una gran parte de las emisiones de CO2 a la atmósfera, ahora puedan convertirse en el camino hacia un mundo más limpio.
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