Transportar objetos en el interior del habitáculo de un vehículo sin sujección alguna es una decisión peor de lo que pensamos
Los objetos sueltos en el habitáculo: una trampa que puede ser mortal
La mayoría de nosotros lo hacemos, y lo hacemos sin darnos cuenta: conducimos nuestros coches con numerosos objetos repartidos por el interior, objetos sin ningún tipo de sujección: una trampa que puede llegar a ser mortal
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En ocasiones, los pequeños detalles pueden convertirse, desgraciadamente, en determinantes. Todos -o casi todos- lo hacemos en mayor o menor medida: antes de arrancar nuestro viaje, cuando nos subimos al coche (sobre todo si tenemos prisa) dejamos en los asientos objetos como nuestro abrigo, nuestro bolso, nuestra mochila o, incluso, nuestro móvil.
Total, ¿qué puede pasar? Aparentemente son objetos totalmente inofensivos...que en la realidad resultan potencialmente mortales. Hace unos días nos despertábamos con una triste noticia: una niña de tres años había fallecido en un accidente de tráfico a consecuencia del impacto en la cabeza que había sufrido con su tablet, que agarraba con sus propias manos.
La DGT nos recuerda que conducir con objetos sueltos repartidos por el habitáculo es una acción muchísimo más peligrosa de lo que creemos. Lamentablemente, a día de hoy, un estudio realizado por Volkswagen pone de manifiesto que el 47% de los conductores encuestados afirma viajar con objetos sueltos, limitando el uso de portaobjetos a uno de cada tres encuestados.
La velocidad, una vez más, juega en nuestra contra cuando se trata de llevar objetos sueltos en nuestro coche. Cuanta más velocidad, más inercia adquieren estos objetos en caso de colisión, inercia que equivale a peso. Como muestra, un botón: una simple botella de agua de 2 litros equivale a un objeto de 80 kg en caso de frenar bruscamente a 50 km/h, equivaliendo a un objeto de 250 kg si la reducción brusca de velocidad se lleva a cabo desde 90 km/h.
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