Opel obtiene beneficios anuales por primera vez en 20 años

Tras un largo periplo en manos de General Motors durante el cual Opel no resultaba ser rentable, han bastado menos de dos años bajo la batuta del Grupo PSA para que la marca alemana del rayo le dé la vuelta a la tortilla. ¡Y vaya si lo ha hecho! Opel (y su filial británica, Vauxhall) ha conseguido beneficios anuales por primera vez en veinte años, cerrando el pasado 2018 con un beneficio de 859 millones de euros.

Una cifra más que notable, máxime teniendo en cuenta que durante los últimos cinco meses de 2017, tras la compra de PSA el 1 de agosto, arrastró pérdidas por valor de 204 millones de dólares. El cambio de propietario le ha sentado bien a Opel, al menos en lo económico, y ni siquiera la propia PSA esperaba que Opel fuese rentable tan pronto, pues cuando la adquirieron habían previsto que lo sería para el año 2020.

Parte de estos resultados se deben al ahorro de costes gracias a las sinergias entre Opel y el resto de marcas de PSA, principalmente Peugeot, para desarrollar coches conjuntamente. Sobre el total de ventas (algo más de 18.300 millones de euros) Opel obtuvo un margen de beneficio por coche del 4,7% -ligeramente superior al de VW, con un 4,1%-. Todo esto también ha tenido un coste en materia laboral, el de recortar la plantilla de Opel en 3.700 empleados paulatinamente en los próximos años.

La que parecía una marca estancada puede ahora, con estos resultados, optar a mirar hacia el futuro de otra manera, permitiéndose tener en la agenda la electrificación de su gama, formando así parte del plan de PSA de tener hasta 40 modelos electrificados hasta 2025.