ANÁLISIS DE BLOOMBERG
Otro problema más para el diésel: la escasez de reservas en Europa
Los expertos alertan de que la escasez natural del diésel en Europa puede agudizarse a partir de noviembre
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Más allá del transporte privado, el diésel es la base que impulsa a grandes sectores de la economía europea. Ahora el foco de atención está puesto en su elevado precio, pero un análisis de Bloomberg alerta de que este combustible podría tener un problema más serio: las previsiones auguran un invierno de escasez en el noroeste de Europa.
En el Viejo Continente, históricamente, se ha fomentado el uso del diésel: no sólo ha sido (y es) fundamental para los coches y para el transporte de personas y mercancías (autobuses y cambiones), también lo es para los barcos o para los sectores de la construcción y la industria primaria. A pesar de este intensivo uso, Europa sufre una escasez estructural de diésel y, por lo tanto, este combustible llega, en su mayor parte, desde el extranjero.
Esta escasez natural podría convertirse en un problema mayor a principios de 2023. Será entonces cuando entre en vigor la prohibición que la Unión Europea ha aprobado sobre las importaciones marítimas desde Rusia: este país es, actualmente, el mayor proveedor externo de Europa ya que representa el 60% de las importaciones de diésel. Y esto es sólo una parte de la crisis energética que vive el Viejo Continente.
Niveles de 2008 y 2011
Las señales de alarma ya se han activado: incluso ahora, una época del año en la Europa suele aprovisionarse, ya hay restricciones de suministro y varios países han tenido que recurrir a la liberalización de reservas. No es de extrañar, por tanto, que el colchón de suministro sea más pequeño de lo habitual: todo apunta a que seguirá menguando a medida que los países comiencen a prepararse para una crisis energética invernal potencialmente grave.
Según la consultora Wood Mackenzie Ltd, en noviembre, las reservas de diésel podrían llegar a su nivel más bajo desde 2011. Insights Global apunta que el nivel de almacenamiento en Amsterdam-Rotterdam-Antwerp (el centro comercial de petróleo más relevante del centro de Europa) es, actualmente, igual de escaso que en 2008.
Tres razones
La pregunta es lógica: ¿por qué los expertos auguran que las reservas de diésel serán tan bajas en noviembre? Esperan que las existencias disminuyan a un ritmo estacional y que la demanda sea la habitual para esta época, el problema es que se parte de una base mínima.
Otra de las razones que explica el problema de la escasez es que el mercado no está incentivando el aprovisionamiento. Hoy en día, el precio del combustible que se está adquiriendo para ser entregado en invierno tiene descuentos, algo que no ocurre con el precio que tiene el diésel para agosto en el mercado de futuros: esto no anima a los comerciantes a almacenar barriles.
Y, por último, está la situación que está viviendo el Rin: este río juega un papel clave en el transporte del diésel. El problema es que su caudal está muy bajo y cuando el agua es poco profunda, los barcos deben limitar la cantidad de carburante que pueden cargar. Esto hace que sea más complicado enviar combustible desde el centro de comercio de petróleo del continente al interior de Europa.
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