El peligro de los accesorios no homologados para tu coche: pueden costarte mucho más dinero del que te imaginas

Adquirir un coche supone, para la mayoría de nosotros, un importante esfuerzo económico. Como tal, lo cuidamos, lo mimamos, y, si es posible, lo personalizamos a nuestro gusto para que nuestro coche sea una prolongación de nuestra personalidad. Sin embargo, no todo vale, no podemos montar cualquier cosa en nuestro coche.

En la actualidad podemos encontrar todo tipo de accesorios en el mercado, accesorios que permiten mejorar el rendimiento de nuestro coche, personalizar su aspecto o modificar sus características. De cualquier manera, no todo lo que podemos encontrar en el mercado es susceptible de poderse instalar en nuestro coche, ya que cualquier elemento que se monta en nuestro vehículo ha de estar homologado.

Si montamos un sistema de escape que haga más ruido, sea visualmente más atractivo y mejore el rendimiento del motor...pero no está homologado, no podremos circular por vía pública con ello. Es lo mismo que sucede con una suspensión, con unas llantas o con unos faros de alto rendimiento. Toda modificación tiene que estar compuesta por material homologado.

Si no lo hacemos así, nos arriesgamos a una sanción por parte de las autoridades, sanción que puede suponer un buen pellizco en términos económicos. Además, se puede dar el desafortunado caso de sufrir un accidente con nuestro vehículo modificado. Si nuestra compañía de seguros averigua que nuestro coche equipaba algún elemento modificado y no homologado, puede negarse a asumir cualquier desembolso.