CONSEJOS DE LA DGT
Placas de hielo en la carretera: cómo reconocerlas y cómo conducir con ellas
A diferencia de la nieve, identificarlas es complicado porque pasan casi desapercibidas ante los ojos del conductor
Publicidad
El primer gran temporal de la época más fría del año nos está sirviendo para refrescar esos conocimientos que sólo usamos al volante en determinados momentos. Son muchas las carreteras afectadas por la nieve, un elemento fácil de ver e identificar… pero no es el único elemento que puede poner en jaque nuestra conducción. Las placas de hielo no son tan vistosas y pueden llegar a ser más peligrosas. Te explicamos cómo reconocerlas y cómo conducir en esta situación.
Cuando un manto blanco cubre la calzada, el conductor aplica todas las recomendaciones que ha recibido para circular con nieve de forma segura. Con el hielo, sin embargo, esta reacción no es tan inmediata porque es muy complicado percibir su presencia. Si no lo vemos a tiempo, los neumáticos de nuestro vehículo reducirán de forma considerable su adherencia haciendo que pierdan el contacto con el asfalto y provocando que el coche pierda el control o, incluso, patine.
Lo cierto es que las carreteras no se suelen helar completamente: lo normal es que haya capas separadas entre sí y ubicadas en diferentes tramos que, además, están señalizados de forma específica para alertarnos de la posibilidad de encontrarnos con hielo o nieve. Habrá otros puntos, sin embargo, en los que no haya aviso alguno: por ello, te explicamos cuándo se producen las placas de hielo, dónde y cómo enfrentarte a ellas.
¿Cuándo se producen las placas de hielo?
Si te subes al coche y el indicador de temperatura que hay en el cuadro de instrumentos marca menos de tres grados, tendrás que extremar las precauciones tomadas al volante. Por debajo de esa temperatura aumentan las posibilidades de que se generen placas de hielo en la calzada. Identificarlas no es fácil porque, como decíamos antes, pasan desapercibidas para el ojo humano. Eso sí, hay trucos para intuirlas: fíjate en el brillo del asfalto o en si refleja la luz. Si lo hace más de lo normal, puede que ese tramo esté helado.
¿Dónde se producen las placas de hielo?
Es complicado establecer los puntos concretos más allá de los que ya están señalizados, pero la DGT revela aquellos escenarios en los que hay más opciones de encontrar placas de hielo. Toma nota: puertos de montaña, puentes, pasos subterráneos y las zonas sombrías. ¿La razón? Son fríos y húmedos. A esto hay que añadir dos momentos más: el atardecer y el amanecer. Es posible que este fenómeno también tenga lugar sobre pavimentos mojados o nevados cuando la temperatura es excepcionalmente baja.
¿Cómo circular con placas de hielo?
Cuando las circunstancias meteorológicas y de la vía son desfavorables, lo primero que tenemos que hacer es adaptar nuestra velocidad reduciéndola así como aumentar la distancia de seguridad respecto al vehículo que circula delante. Si, además, la superficie está helada y no llevamos neumáticos de inviernos, perderemos tracción: no frenes, no aceleres y tampoco gires el volante.
Mantén la calma para evitar reacciones bruscas que te hagan perder el control del coche. A continuación, levanta el pie del acelerador suavemente sin tocar el pedal del freno y sujeta el volante con firmeza procurando que las ruedas estén rectas al salir de la placa. Una vez superada, sólo queda corregir la trayectoria y seguir circulando.
Publicidad