NO SIEMPRE ES BUENA IDEA
¿Por qué apurar la reserva de combustible puede costarte más de una avería?
¿Por qué apurar la reserva de combustible puede costarte más de una avería?
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El consumo de combustible y exprimir hasta el último kilómetro nuestro tanque de combustible se ha convertido en algo que obsesiona a los conductores, tanto como para aplicar en exceso técnicas de ahorro de combustible como apurar al máximo la reserva de combustible en pos de llegar a esa estación de servicio donde podemos repostar unos céntimos más barato.
Apurar la reserva no es cosa sólo de buscar un mayor ahorro, también es una costumbre habitual en los más despreocupados que confían en esos kilómetros de más que te da el tanque (entre 50 y 80 kilómetros) o la simple dejadez o también el descuido.
Causas para apurar esos últimos litros de combustible hay muchas, pero lo cierto es que deberíamos saber que no siempre es buena idea apurar al máximo esos últimos litros ya que esa situación puede acabar convirtiéndose en un problema en los siguientes casos.
- Sedimentos en el depósito: aunque los combustibles que repostamos en España cumplen con numerosos controles de calidad, las impurezas están presentes en el combustible debido a multitud de factores como el almacenamiento, los surtidores o el mantenimiento de los filtros por donde pasa hasta llegar hasta nuestro depósito.Tras muchos kilómetros y por ende tras muchos litros repostados, nuestro tanque de combustible habrá acumulado impurezas en forma de sedimento que al apurar la reserva de combustible podrían acabar por dañar los elementos del sistema de inyección comenzando por los filtros y terminando el peor de los casos en las bombas e inyectores (las averías más costosas).
- Falta de lubricación o refrigeración de la bomba de combustible: un punto que debemos tener en cuenta sobre las bombas de combustible es que en una gran mayoría suelen estar sumergidas en el tanque de combustible para impulsar desde allí el combustible hasta la bomba de alta presión.
Este diseño se realiza así aprovechando el propio combustible para refrigerar y lubricar la bomba, algo que comienza a ser un problema cuando apuramos esos últimos litros por mucho tiempo ya que obligamos a trabajar a la bomba en circunstancias menos favorables.
- Las consecuencias de quedarte sin combustible: tarde o temprano el apurar en exceso la reserva de combustible puede jugarte una mala pasada, ya que al apurar esos últimos litros te estás quedando sin margen para un plan B.
Si por cualquier razón la estación a la que pensabas ir se encuentra cerrada, o por contra te enfrentas a una retención de tráfico que echa por tierra tus cálculos de autonomía, lo más probable es que tu motor acabe por apagarse ante la falta de combustible.
Por regla general esto no suele suponer una avería, aunque cada vez son más los coches que ante la falta de combustible necesitan de acudir al taller para conseguir que vuelvan a funcionar tras repostar combustible debido a los complejos sistemas de inyección que trabajan con muy altas presiones y caudales muy precisos.
Por otro lado no hay que olvidar que el quedarse tirado sin combustible ya es motivo de sanción, hasta 200 euros si por la falta de combustible tu coche acaba aparcado en un lugar inseguro o que obstaculice el tráfico.
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