NUEVO REMEDIO CASERO
El producto cosmético que evita que chirríen los limpiaparabrisas del coche
He aquí un truco muy sencillo, barato y práctico que mejorará tu visibilidad mientras conduces en días de lluvia, además de librarte de un ruido potencialmente molesto.
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La mayoría de conductores se estresan más al volante cuando han de circular con su automóvil mientras llueve, no tanto por las condiciones de la calzada, susceptible de estar más resbaladiza, sino por la merma de visibilidad que puede suponer. Cuando los limpiaparabrisas están en un estado correcto, se obtienen más garantías de seguridad y también de confort, pues deslizan sobre el cristal de forma efectiva (retirando el agua) y sin generar ruido (fruto de la vibración que producen las escobillas de goma resecas). En caso contrario, deberíamos cambiarlos.
Sin embargo, existe un remedio casero para alargar un poco la vida de estos elementos del vehículo, considerados de desgaste, sin tener que desembolsar los 30, 40, 50 o 60 euros que, según el modelo, cuesta su necesario reemplazo, pues su trabajo resulta crucial para ver claramente a través del vidrio en condiciones meteorológicas adversas. Es decir, el siguiente truco es un arreglo cortoplacista que puede ser ventajoso durante unas semanas y especialmente en situaciones de emergencia, pero no debe concebirse jamás como sustitutivo.
Cuando detectemos que las hojas del limpiaparabrisas, fabricadas con un material muy similar al caucho de los neumáticos, están endurecidas y ya no realizan su función tan bien o provocan un sonido desagradable sobre la ventana delantera (o trasera), llevar a cabo su restauración o "revitalización" es fácil y económico. Primero, debemos limpiar las escobillas con un paño limpio, preferiblemente de microfibra, humedecido con una mezcla de vinagre blanco y agua. También es recomendable lavar bien los brazos y sus ejes, así como la superficie exterior del cristal. Esto se puede hacer con agua a presión.
Finalmente, hay que emplear aceite de coco corporal, una loción habitual en cualquier hogar. Este producto, originalmente destinado al cuidado de la piel, es apropiado para rehidratar las gomas de los limpiaparabrisas y rellenar las pequeñas grietas que las temperaturas extremas hayan podido ocasionarles. Para ello sólo se debe usar otro trapo, frotando longitudinalmente las escobillas hasta que queden impregnadas, retirando luego el exceso de aceite y dejándolo penetrar 3 ó 4 horas. Este líquido creará una capa protectora y será determinante para evitar situaciones de riesgo.
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