Proyecto DGT 3.0: ¿Qué es y por qué debemos alegrarnos y temerlo al mismo tiempo?

Quédate con el nombre "DGT 3.0" porque puede que en breve tú y tu vehículo forméis parte de este ambicioso proyecto. La Dirección General de Tráfico ya está ultimando los detalles para dar el paso definitivo hacia la nueva revolución del transporte, una revolución que trata de vehículos que hablan entre sí y que además pueden hablar con las infraestructuras. El objetivo del Proyecto DGT 3.0 es crear una red colectiva donde exista un flujo de información constante y multidireccional para emplear esos datos en favor de los conductores. De este modo, un vehículo que tenga un accidente o detecte problemas de tráfico de cualquier tipo, enviará un aviso a la red de forma instantánea, generando un aviso de incidencia en tiempo real y permitiendo a todos los vehículos conectados conocer de ese incidente y actuar en consecuencia. Así se acabaron las sorpresas ya que nuestro vehículo será capaz de conocer qué está sucediendo varias decenas de kilómetros por delante de nuestra posición. La DGT pretende poner en marcha este sistema de recopilación de datos y generación de alertas este mismo 2017 en fase de pruebas, estando plenamente operativo a partir de 2018. La idea tras este proyecto no es más que ofrecer una herramienta al estilo Waze, pero de forma completamente automática gracias a los datos que envían los sistemas GPS de los vehículos y los smartphones de los peatones. Estos datos permiten reconocer todo tipo de parámetros y eventos gracias a información de velocidad, geolocalización, rutas frecuentes... una información que puede evitar la aparición de atascos o retenciones a través de una mejor gestión de las carreteras, pero que sobre todo puede prevenir accidentes al comunicarnos con nuestro entorno mucho más allá de lo que nuestros ojos ven. ¿Pero cuál es el gran problema? La información generada por los vehículos y peatones, al igual que el propio protocolo de conexión, nos hace más vulnerables ante los posibles ataques o el uso malintencionado de esa información. Aunque los vehículos que ya incorporan protocolos V2V o Car-to-x hablan de niveles de seguridad y encriptado muy altos, lo cierto es que estamos brindando una puerta de acceso a nuestros vehículos que en las peores manos podría ofrecer hasta un control remoto de nuestro vehículo. Por otro lado la confidencialidad de los datos es otro punto a desarrollar, ya que la cesión de los datos de nuestro vehículo también supone ceder ese anonimato y podría volverse en nuestra contra en caso de ser usados por servicios secundarios tal y como ya sucede en muchas aplicaciones y servicios móviles al aceptar sus abusivas políticas de uso. #TePuedeInteresar 10 consejos de la DGT que siempre deberías aplicar

En Centímetros Cúbicos: |