ASÍ ES SU ACTUALIZACIÓN
Prueba del Jeep Compass 2021: un SUV para convencer a todos
El SUV compacto de la marca norteamericana se ha puesto al día teniendo en cuenta las tendencias europeas, pero sin descuidar su genética
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Cuando Jeep se planteó cómo podía mejorar su SUV compacto tuvo claras un par de cosas: debían adaptarse a los gustos de los conductores europeos y tenían que hacerlo sin perder una de sus señas de identidad. Hablamos, claro está, de esa polivalencia que convierten a sus modelos en vehículos aptos para la demanda de los espíritus urbanos y todoterrenos. Con esta fórmula renovaron el Jeep Compass 2021, que hemos tenido ocasión de probar: es un SUV para convencer a todos.
Antes de ponernos en marcha es necesario hacer un repaso por los cambios estéticos aplicados por la marca norteamericana. En el exterior se centran, sobre todo, en el frontal: además de ser más atlético, ha renovado el aspecto de la icónica parrilla Jeep elevando su posición y dividiéndola en dos secciones horizontales. Alberga los nuevos faros full-LED, con un diseño más fino, y las luces diurnas de cruce (DRL), que ahora están integradas en los faros principales.
Dentro del Jeep Compass es fácil darse cuenta de que el rediseño ha sido completo: se ha optado por un desarrollo horizontal de tres capas para el salpicadero que le da un aspecto tridimensional mientras que el túnel central tiene ahora una posición más alta. Gracias a ello, el almacenamiento interior se ha multiplicado y que contamos con un nuevo compartimento de casi cinco litros y otro adicional, ubicado al lado de la palanca de cambios, de 2,4 litros.
Conducción autónoma de Nivel 2
En ese salpicadero tridimensional toda la atención se centra en el cuadro de instrumentos digital full-HD de 10,25 pulgadas y en la nueva pantalla ultra HD, que puede ser de 8,4 o 10,1 pulgadas y que cuenta con la última generación del sistema Uconnect.
En el apartado de seguridad, los sistemas de serie incluyen aviso de colisión frontal, de salida de carril LaneSense, control electrónico de estabilidad (ESC) con mitigación electrónica del balanceo (ERM), airbags frontales, laterales y de cortina, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de velocidad inteligente, alerta de conductor somnoliento y frenado automático de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas.
A esto hay que añadir que el nuevo Jeep Compass es el primer vehículo de la marca que, en Europa, incluye Highway Assist: un sistema de conducción autónoma de Nivel 2, que utiliza la combinación de los sistemas control de crucero adaptativo y centrado de carril al conducir en autopista.
Gama mecánica
La apuesta de Jeep se divide entre las opciones de combustión y las híbridas enchufables. En el primer caso nos encontramos con un diésel 1.6 Multijet de 130 CV con caja de cambios manual de seis velocidades y tracción 4x2 y un gasolina turbo GSE de cuatro cilindros y 1.3 litros (130 y 150 CV) con caja automática de doble embrague (DDCT) y tracción 4x2.
En el segundo caso, el Jeep Compass adquiere otro apellido: 4xe. Con él llega un motor turbo de cuatro cilindros y 1.3 litros combinado con uno eléctrico de 60 CV se ubica en el eje trasero. Juntos desarrollan 190 CV (Longitude y Limited) o 240 CV (Trailhawk y S), potencias que van a los dos ejes. Cuenta, además con una batería de 11,4 kWhm que promete una autonomía de 49 kilómetros.
Los precios del Jeep Compass
El Jeep Compass arranca en los 28.500 euros de la versión de acceso y va hasta los 48.000 euros del tope de gama, sin incluir los descuentos de la marca. Con lo que sí cuenta es con una opción de renting: la versión Limited 1.3 GSE de 130CV, manual y con tracción 4x2 tiene un precio de 280 euros al mes (IVA incluido) con una entrada de 4.700 euros, tres años, 10.000 kilómetros al año, seguro a todo riesgo sin franquicia y mantenimiento.
Prueba del Jeep Compass 2021
Repasada la teoría es momento de llevar todo lo visto a la práctica. Os comentábamos al principio que el Jeep Compass es un SUV para convencer a todos (o a casi todos) los conductores por su polivalencia. Un rasgo visible también en su conducción. Hemos recorrido con él 35 kilómetros que nos han llevado por algunos municipios y carreteras madrileñas: diferentes escenarios en los que la sensación ha sido constante. La conducción de este coche resulta convincente en ambos escenarios.
En entornos urbanos se mueve como pez en el agua, más aún cuando se trata de la versión híbrida enchufable puesto que no existen limitaciones de circulación y el ritmo está marcado por ese silencio de la parte eléctrica de su carácter. ¿Qué ocurre cuando dejamos atrás las calles y nos metemos de lleno en la carretera? El enfoque SUV le proporciona una conducción equilibrada e, incluso, la posibilidad de divertirnos más allá del asfalto puesto que tiene una altura libre al suelo de 20 centímetros.
Es en este paisaje donde la genética Jeep se luce: el Compass absorbe todo tipo de irregularidades de forma tan efectiva que nada perturba la comodidad del conductor y sus acompañantes. Su motor cuenta con pegada suficiente aunque, eso sí, echamos en falta algo de alegría en la parte de arriba. La dirección está bastante asistida y el coche se muestra noble frente a las insinuaciones del volante y a la inclinación en los tramos donde dibujamos alguna curva.
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