¿Puede el motor de un viejo Lada seguir funcionando con azúcar y huevo? Este vídeo demuestra que sí

La fama de vehículos indestructibles no se crea en un día y eso es algo que ha llevado a los Lada de las regiones del este, especialmente los clásicos, a ganarse el cariño de muchísimas generaciones de rusos. Quizás no haya sido por su obsoleto diseño o por su habitáculo despojado de cualquier tipo de comodidad o de tecnología, sin embargo, han conseguido se el coche del pueblo gracias a su fiabilidad prácticamente a prueba de bomba y por tratarse de unos automóviles robustos y casi irrompibles.

Solo podemos decir casi ya que tal y como demuestra el canal ruso de Garaje 54, la mecánica del este también tiene un límite, por muy lejano que este parezca ser. Los protagonistas de este pequeño espacio están sometiendo a una larga retahíla de inventos y perrerías a sus vehículos para demostrar de una forma imaginativa todo lo que se puede y no se puede hacer con un coche de las regiones comunistas.

Los hemos visto pegar un coche a la pared con espuma de construcción, nuevos diseños de neumáticos con recipientes plástico o en el último de los casos, observar cuál es la resistencia del motor de un Lada ante todo tipo de torturas entre las que nos encontramos pruebas que implican la sustitución del aceite del motor por aceite de girasol, el rellenado del tanque de combustible con gasolina mezclada con azúcar o la introducción de otros muchos elementos como sal, huevos o refresco de Cola en los órganos internos de un Lada que se aferra hasta el último momento a la vida.

¿Se puede ser más cruel? Sin duda echar agua directamente sobre el carburador es una opción muy valida para ganarse el título de verdugo del año. ¿Alguien se imagina a su automóvil particular aguantando todas estas pruebas?