TAMBIÉN TIENE SUS PROBLEMAS
El punto débil de “La bestia”, el coche de Joe Biden, es… una rampa
Pensar en un coche como la limusina del presidente de Estados Unidos es sinónimo de pensar en que es imparable, pero no es así.
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Con la cumbre de la OTAN celebrándose en Madrid, nos estamos topando con un conjunto de mandatarios por las calles de la misma. Entre ellos se encuentra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha venido en, ni más ni menos, que “La bestia”, la limusina más segura del mundo que tiene un gran punto débil: las rampas.
O al menos eso demostró hace años atrás cuando Barak Obama aún ostentaba el cargo de presidente. Y es que fue en una visita del mandatario a Irlanda en el año 2011 cuando una rampa aparentemente inofensiva se puso en su camino dispuesta a complicarle el paso.
Aunque bien es cierto que por motivos de seguridad había en el momento dos unidades de “La bestia” y no se sabe en cuál de ellas viajaba Obama, el problema es el mismo para ambos coches al ser idénticos. Dicha rampa, que la supera momentos previos sin inconvenientes un BMW Serie 7, se convierte en la peor pesadilla de esta limusina de más de 5 metros de largo y 8 toneladas de peso.
Y es que ahí radica el mayor problema del Cadillac que cumple sus funciones de coche presidencial, su peso y una gran distancia entre ejes. Es tal el nivel de seguridad que equipa por medio de blindajes y vaya uno a saber qué artimañas, que nos encontramos con muchos kilos extra en “La bestia” capaces de hacer que se empance junto a su longitud entre ruedas.
Sea como fuere, el equipo del expresidente Barak Obama no tarda mucho en reaccionar ante los focos y manda a un autobús ponerse delante del altercado para taponar la visión y evitar que se desvele si realmente el por aquel entonces presidente iba en ese coche o ciertos secretos de “La bestia”.
Finalmente no se sabe muy bien cómo consiguieron sacar a la limusina de esa situación ni si hizo falta una grúa o remolcar, aunque en cualquiera de los casos tuvieron que contar con mucha potencia. Independientemente de ello, una vez que se aparta el autobús apreciamos a una de las dos unidades de “La bestia” maniobrando para tomar otra salida, aunque se sabe que tanto Barack Obama como su mujer, Michelle Obama, abandonaron la escena sin percance alguno.
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