UNO DE LOS SÍMBOLOS MÁS MÍTICOS
El Quadrifoglio Verde de Alfa Romeo: esta es su triste pero emotiva historia
El Quadrifoglio Verde de Alfa Romeo puede ser considerado como uno de los emblemas más míticos, pero esconde una triste historia.
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Toda gran marca de coches esconde una gran historia, y el caso de Alfa Romeo no es una excepción. Y es que una de las firmas con más renombre cuenta con un pasado voraz en el mundo de las carreras, donde precisamente nace su símbolo más mítico, el Quadrifoglio Verde, pero no sin afrontar una dura historia para su gestación.
Para conocerla debemos remontarnos a los años 20, concreatemente al momento en el que tenía lugar una de las carreras más míticas de Italia, la Targa Florio. En aquel momento Alfa Romeo contaba con un equipo conformado por Enzo Ferrari, Antonio Ascari, Giulio Masseti y el encargado de dar vida al trébol de cuatro hojas, Ugo Sivocci.
Por norma general, la escudería italiana gozaba de un gran éxito en el mundo de la competición, aunque no por obra de todos los miembros del equipo. Y es que Sivocci frecuentaba la segunda y tercera posición al contrario que sus compañeros de equipo, a quienes la suerte -o su buen hacer al volante- les acompañaba.
Y Ugo Sivocci pensó que precisamente necesitaba eso, un poco de suerte. Con motivo de la Targa Florio, Giuseppe Merosi, ingeniero del equipo Alfa Romeo, diseñó a un prometedor deportivo, el Alfa Romeo Targa Florio. Este producía 95 CV y, gracias a su bajo peso, las prestaciones eran sorprendentes.
Sivocci, ya cansado de no ganar las carreras y aprovechando la presencia de un nuevo coche, decidió que ya era hora de que su suerte cambiase. Para ello pintó un trébol de cuatro hojas en el frontal de su Targa Florio, símbolo inequívoco de buena suerte.
Rápidamente comenzó a ganar prácticamente todas las carreras que disputaba, así como a despuntar sobre sus compañeros de equipo. Así, el mítico Quadrifoglio Verde se convirtió en su sello de identidad, y fue reconocido por todos precisamente por llevarlo grabado en su coche de carreras.
Sin embargo, la historia se tuerce en 1923 para marcar ese punto de inflexión en el que el trébol de cuatro hojas se convierte en el símbolo de los Alfa Romeo más potentes. Fue en aquel entonces cuando Ugo Sivocci se encontraba realizando unas pruebas en un nuevo vehículo de Alfa Romeo, el P1, y con el cual perdió el control y sufrió un accidente que le costó la vida.
Aquel Alfa Romeo P1 no llevaba dibujado el mítico trébol de cuatro hojas, lo que provocó que fuesen muchos los que consideran que tuvo algo que ver en su fatídico accidente. Desde entonces todos y cada de los modelos deportivos de Alfa Romeo llevan el mítico distintivo.
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