UN GESTO RELACIONADO CON LA SEGURIDAD
Por qué deberías tocar el suelo cada vez que llegas a la gasolinera
Las gasolineras son entornos conocidos para todos los conductores, pero pese a ser rutinarios, merece la pena tener siempre en cuenta una serie de medidas de seguridad para evitar sustos a la hora de repostar
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Las gasolineras son puntos cruciales en nuestra rutina diaria como conductores, donde realizamos el acto de repostar combustible para mantener en movimiento nuestros vehículos. Aunque puede parecer una tarea sencilla y rutinaria (en realidad lo es), el repostaje conlleva responsabilidades y medidas de seguridad que no deben pasarse por alto. Desde apagar el motor antes de empezar a repostar hasta evitar el uso de teléfonos móviles durante el proceso, estas precauciones son esenciales para prevenir posibles riesgos en lugares bajo los que se encuentran tanques con miles de litros de elementos fácilmente inflamables.
Es crucial también respetar las indicaciones de distancias y señalizaciones específicas en la gasolinera para garantizar un entorno seguro para todos, aunque existen algunos gestos y trucos que merece la pena conocer pese a que no estén reconocidos dentro de la normativa y de las reglas que se describen en todas las estaciones de servicio. Uno de esos trucos es el de tocar el suelo cada vez que llegamos a una gasolinera y nos bajamos del coche, pero...¿qué sentido tiene?
Por qué deberías tocar el suelo cuando llegues a la gasolinera
Seguro que más de una vez, al tocar a otra persona o simplemente al acercarte a un objeto, has sentido un pequeño calambre en tu mano, en tu brazo. Este pequeño calambre es en realidad una pequeñísima descarga eléctrica, provocada por la diferencia de potencial eléctrico que nosotros como ser humano tenemos respecto al otro elemento. A nivel microscópico, incluso, es posible que se haya provocado una pequeña chispa en la descarga, una descarga que nosotros percibimos como un cosquilleo más o menos fuerte.
Tras esta explicación, seguro que ya sabes por dónde vamos... ¿verdad? En efecto: en ocasiones nos bajamos del coche cargados con electricidad estática generada por el roce de nuestra ropa al asiento, por alguna derivación del circuito eléctrico del coche. Por eso, tocar el suelo cuando bajamos del coche en una estación de servicio puede ser una gran idea. Al hacerlo, estamos descargándonos de electricidad estática y, por tanto, eliminando cualquier posibilidad de recibir o dar calambre.
Al hacerlo estamos eliminando también cualquier posibilidad de crear una micro chispa que pueda inflamar los vapores y los gases que se emiten durante el acto de repostaje, asegurándonos de llevar a cabo la operación de manera segura y tranquila.
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