UNA PREGUNTA CADA VEZ MÁS FRECUENTE

¿Qué hubiera pasado en Valencia si la mayor parte de los coches arrasados hubieran sido eléctricos?

Lamentablemente, en los últimos días hemos asistido al poder destructivo de la naturaleza en nuestro país. Se calcula que cerca de 70.000 vehículos han resultado dañados a consecuencia de la DANA, pero...¿cómo afectan las inundaciones a los coches eléctricos?

DANA en Valencia

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La reciente DANAque ha afectado a España ha dejado tras de sí un escenario de destrucción monstruoso en varias comunidades autónomas, especialmente en la región de Valencia. Los daños materiales causados por las intensas lluvias e inundaciones han sido colosales, afectando a infraestructuras, viviendas, carreteras y vehículos. Según las estimaciones iniciales, la DANA ha afectado a aproximadamente 70.000 vehículos, muchos de los cuales han sufrido daños irreparables.

Dejando a un lado las pérdidas personales, que evidentemente son las más dolorosas, las inundaciones son especialmente devastadoras para los automóviles. En primer lugar, el motor es una de las partes más vulnerables, ya que, si el agua entra en el sistema de admisión cuando está en funcionamiento, puede generar un fenómeno conocido como "bloqueo hidráulico", que se produce cuando el agua, que se puede comprimir, llena los cilindros y causa daños estructurales graves, como la deformación de las bielas o incluso la rotura del motor. Los sistemas eléctricos, incluidos la batería y el alternador, también se ven severamente afectados. Cuando el agua entra en contacto con estos componentes, puede causar cortocircuitos y corrosión en las conexiones y cables, lo que afecta al funcionamiento del vehículo y aumenta el riesgo de averías en el futuro.

Por otro lado, los sistemas electrónicos de los vehículos modernos, que suelen estar ubicados en áreas bajas de la estructura, son igualmente sensibles al agua. Las centralitas, que gestionan aspectos esenciales como la inyección de combustible, los frenos antibloqueo (ABS) y otros sistemas de seguridad, pueden fallar si se ven expuestas a la humedad o quedan sumergidas, lo que puede hacer que el coche sea prácticamente inservible. Además, los interiores también sufren considerablemente, ya que los asientos, alfombrillas y otros materiales absorben el agua, generando olores persistentes y favoreciendo la aparición de moho.

¿Qué sucede con los coches eléctricos?

En el caso de los coches eléctricos, los daños por inundación pueden tener consecuencias adicionales. Aunque los vehículos eléctricos están diseñados con un alto nivel de aislamiento para proteger las baterías y los componentes eléctricos de la humedad, las inundaciones extremas pueden superar estas protecciones. Si el agua logra acceder a la batería de alta tensión o a los sistemas de control del motor eléctrico, se pueden generar fallos eléctricos graves que podrían desencadenar incendios o explosiones debido a las reacciones químicas de las baterías de litio al entrar en contacto con el agua. Las empresas fabricantes han avanzado mucho en la protección de estos componentes críticos, pero ante fenómenos meteorológicos extremos como la reciente DANA, el riesgo persiste.

Otro riesgo inherente a los vehículos eléctricos en estas condiciones es el tiempo prolongado en contacto con la humedad, lo que puede acelerar la aparición de corrosión en componentes clave, afectando la durabilidad de las baterías y otros sistemas eléctricos. La reparación de estos vehículos también es generalmente más cara que la de los vehículos de combustión debido al coste de los componentes y a la complejidad técnica de sus sistemas.

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