La función de recirculación de aire es una de las grandes desconocidas en nuestro salpicadero, y eso que lleva toda la vida a acompañándonos. Da igual si tu coche instala aire acondicionado, climatizador o nada de eso, este sistema está integrado en tu coche por defecto tanto por mejorar el confort como por tu seguridad en circunstancias extremas.
El funcionamiento del sistema de recirculación de aire es sumamente sencillo, este sistema permite seleccionar la toma de aire del exterior o la toma de aire desde el interior. Es decir, a través de esta función controlamos de donde recoge el aire el sistema de ventilación para ser expulsado por los aireadores del salpicadero.
Son muchas las leyendas urbanas sobre el uso, o no, de esta función, pero la realidad es que su correcto uso nos permite gozar de importantes ventajas a la hora de realizar cualquier viaje. Si todavía no recuerdas o nunca has sabido para qué sirve este botón tan desconocido, toma buena nota.
1 - Enfría más rápido: cuando se trata de enfriar el coche, si el habitáculo de tu coche goza de una temperatura inferior a la del exterior, emplea la recirculación para así alcanzar el máximo enfriamiento lo antes posible.
2 - Evita malos olores: en el caso de atravesar zonas con malos olores, no dudes ni un momento en activar la recirculación de aire para así evitar que siga entrando aire proveniente del exterior. Una vez pase el suceso, podrás volver a renovar el aire activando el acceso externo.
3 - Evita la entrada de polvo o humo: si circulas por zonas con gran presencia de polvo o humo, la activación de la recirculación de aire te permitirá evitar la entrada de estos agentes. Aunque los sistemas de filtración son muy efectivos, nunca es mala idea activar esta función durante el tiempo que dure la presencia de polvo o humo. En |