Radares que no multan: existen, y también están en España

Una de las principales causas de siniestralidad vial, ya no sólo en España sino en buena parte de los países de nuestro entorno, es el exceso de velocidad. Cuando un conductor decide sobrepasar la velocidad máxima fijada para la vía en la que está circulando está poniendo en peligro ya no sólo su propia integridad, sino también la del resto de vehículos y usuarios que lo circundan. Es, por ello, que las autoridades trabajan sin descanso para hacer que la circulación en nuestras carreteras sea cada día un poco más tranquila y segura.

Es innegable que con el paso de los años hemos asistido a una mejora palpable en los comportamientos de los conductores, también a una mejora considerable en las características técnicas de los vehículos que conducimos que son, por otro lado, mucho más seguros, inteligentes y a la vez rápidos. Por parte de las autoridades, también, han cambiado muchas cosas: desde el carnet por puntos hasta la entrada en funcionamiento de nuevos sistemas de detección de infracciones.

Radares que no multan: ¿son efectivos?

Seguro que, como conductor, conoces perfectamente lo que es un radar: más allá de las connotaciones por lo general negativas de este aparato, un cinemómetro es el encargado de determinar, en tiempo real, cómo de rápido está circulando un vehículo en una carretera. Con esta medición es posible determinar si ese vehículo ha superado el límite de velocidad marcado en la vía, lo que por otro lado supone una infracción que como tal está penada.

Lo que posiblemente no conozcas es que existen radares que no multan: sí, radares que son capaces de determinar la velocidad a la que estamos circulando pero que, sin embargo, no utilizan esas mediciones para poder imponernos una sanción en caso de haber sobrepasado la velocidad máxima legal, sino para informarnos de nuestro comportamiento e intentar cambiarlo con el paso del tiempo. Este tipo de radares, estos aparatos, están también en España.

Una de sus denominaciones más comunes es la de 'radares pedagógicos': radares que utilizan su tecnología para determinar la velocidad a la que estamos circulando y, cuando superamos el límite, lanzan una alerta a una señal que está situada relativamente cerca para que ésta nos avise de que estamos sobrepasando el mencionado límite y, por tanto, estamos cometiendo una infracción y además estamos poniendo en riesgo nuestra integridad.

Ojo, ¿significa que estos radares no van a multar nunca? No tiene porqué: un radar convencional, con pequeños ajustes podría actuar perfectamente como siempre los hemos conocido, detectando excesos y enviándolos a las centrales de tratamiento de datos para realizar propuestas de sanción a los conductores infractores.

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