EXENCIÓN PARA CLÁSICOS CONTAMINANTES
La razón por la que los viejos coches de la familia real no pueden ser multados en la ZBE de Madrid
La Casa Real Española posee una serie de vehículos clásicos e históricos que no se ven afectados por las ZBE gracias a su matrícula.
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El debate sobre las restricciones de circulación por emisiones en algunas áreas urbanas para vehículos potencialmente contaminantes sigue ardiente e incluso se aviva cuando se conocen curiosidades como la que te contamos aquí. Hablamos de una laguna legal que permite a ciertos automóviles, muy antiguos y “antiecológicos”, eludir las multas en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Madrid. Y es que contados coches oficiales de lujo utilizados por la familia real española logran evitar la sanción.
Durante la ceremonia de la Jura de la Constitución Española por parte de la Princesa Leonor en otoño de 2023, dos imponentes (y ostentosos) Rolls Royce Phantom IV de la Casa Real desfilaron por el centro de la capital sin temor a ser multados por la DGT o por el Ayuntamiento. Estas majestuosas berlinas, fabricadas en la década de 1950, no solo carecen de distintivo ambiental, sino que están exentas de todas las restricciones de emisiones debido a su pertenencia al Ejército de Tierra de España.
Este peculiar privilegio se debe a que los vehículos de índole militar, sin importar su antigüedad o nivel de contaminación, suponen una de las pocas excepciones que considera la regulación de las ZBE. En este caso particular, ambos Rolls Royce forman parte del Patrimonio Nacional y son utilizados puntualmente por la realeza, lo que los coloca en una posición privilegiada frente a las restricciones medioambientales que afectan a la mayoría de los conductores madrileños y españoles.
De otro modo, si no tuviesen una matrícula encabezada por las siglas ET, estos coches podrían acogerse a las actuales ventajas de la placa histórica, lo que reforzaría aún más su inmunidad frente a las multas por emisiones en la ZBE de Madrid. Lo consideres una "trampa" o no, mientras muchos ciudadanos se adaptan a las restricciones ambientales y actualizan sus vehículos para cumplir con las regulaciones, la Casa Real y otros pocos organismos oficiales disfrutan de una exención que ha suscitado críticas.
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