IMPORTANTE PARA MANIOBRAS COMO LA MARCHA ATRÁS
La regla RSM ¿qué es y cuándo debemos aplicarla circulando en coche?
Si interrumpimos la progresión normal dentro de la circulación para cambiar nuestra situación o posición dentro de la calzada, estaremos efectuando una maniobra, que deberemos ejecutar con precaución, para lo que la DGT nos recomienda utilizar la regla nemotécnica RSM.
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Aunque alguna vez lo hemos visto o hemos sido los protagonistas de esta infracción, el Reglamento General de Circulación en su artículo 80 nos explica que se prohíbe circular hacia atrás, de forma generalizada. Sin embargo, la propia norma nos explica que existen algunos casos en los que podemos hacerlo.
Sólo podremos utilizar la maniobra de marcha atrás cuando no sea posible marchar hacia adelante ni cambiar de dirección o sentido de marcha. Por otro lado, en las maniobras y en las maniobras complementarias de otra que la exija. Así podremos utilizarla en maniobras complementarias a la hora de estacionar o de incorporarnos a la circulación.
Eso sí, el recorrido que cubramos circulando en marcha atrás no puede ser superior a 15 metros ni invadir un cruce de vías. Infringir este reglamento y circular en marcha atrás indebidamente se considera una infracción muy grave ya que no solo ponemos en peligro nuestra integridad sino la de los demás conductores.
Pero si nos encontramos en uno de los casos en los que está permitida la circulación en marcha atrás podemos extremar la seguridad con la regla RSM (Retrovisor, Señalización y Maniobra). Esta regla está enfocada a minimizar los riesgos y se centra en recordarnos los pasos que debemos seguir:
1.- El primero de ellos es observar cuantas veces fuera necesario el retrovisor.
2.- El segundo es señalizar la maniobra con el fin de no crear incertidumbre, confusión entre los peatones o los demás conductores.
3.- Finalmente, tras cumplir los dos pasos anteriores se puede empezar la maniobra.
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