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La casa de subastas Barrett-Jackson ha anunciado que el próximo mes de enero, en la subasta anual de Scottsdale, se van a subastar 21 vehículos pertenecientes a la colección privada del malogrado Paul Walker, de los cuales 18 son coches y 3 son motos. El actor estadounidense, que perdió la vida en un accidente de tráfico en 2013, era un confeso apasionado del mundo automovilístico y poseía más de una treintena de vehículos.
La fundación que lleva su nombre, creada por su hija Meadow, es la que ha decidido vender el legado de Paul Walker al mejor postor, y entre las piezas por las que se podrá pujar se encuentra un Nissan 370Z modificado que apareció en la quinta parte de la saga ‘Fast & Furious’, en la cual el actor interpretaba el papel de Brian O’Connor.
En su poder también tenía otro Nissan, un Skyline R32 de carreras que también sale a subasta, pero si había una marca por la que Paul Walker tenía una fijación especial esa era BMW, y es que su colección la formaban numerosos coches de la firma bávara, algunos de ellos incluso hasta varias veces repetidos. En la subasta están incluidas cinco unidades del M3 e36 Lightweight y otras dos del M3 e30, una de 1988 y otra de 1991.
La lista de coches disponibles para la puja también la forma un trío de Chevrolet clásicos: un Nova Wagon de 1963, un Chevelle Wagon de 1964 y un Chevy II Nova de 1967; y además otros modelos americanos más contemporáneos como un todoterreno Ford Bronco de 1995, un pick-up GMC Sierra 1500, o un Ford Mustan Boss 302S de carreras que nunca llegó a competir.
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