SEAT Martorell pondrá fin al ERTE este mayo

El contexto económico y sanitario que lleva siendo protagonista desde marzo de 2020 ha provocado situaciones desoladoras en multitud de campos. Uno de los que no se ha librado ha sido el automovilístico, en el que empresas como SEAT se han visto en la tesitura de aplicar un ERTE. No obstante, la firma autóctona ha comunicado que pone punto y final a este antes de los previsto.

Así lo ha acordado la directiva de SEAT con los sindicatos, haciendo público que el ERTE llegará a su fin el día 30 de mayo en lugar del 30 de junio tal y como se esperaba. Este se aplicó a mediados de enero, pero la necesidad de aumentar la producción ha derivado en la finalización del mismo con cierta antelación.

Con esta premisa, la firma española asegura que será posible añadir seis turnos más de producción en la línea 2, donde se gestan los CUPRA Formentor y SEAT León, y siete más en la línea 1, en la que se da vida a los SEAT Ibiza y Arona. Además, también se ha pactado la actividad laboral a lo largo del mes de agosto, garantizando así la recuperación de esas pérdidas de producción generadas, principalmente, por las crisis de semiconductores.

Y es que la escasez de estos no solo ha causado estragos en SEAT, sino también en diferentes firmas con presencia en España. Sea como fuere, la marca local prevé producir 2.260 unidades diarias frente a las 2.095 que estaban fabricando hasta la fecha con el ERTE en vigor.

De esta manera, SEAT Martorell se prepara para recuperar parte de esa anisada normalidad a finales de este mismo mes, mientras que SEAT Componentes seguirá con el ERTE hasta el 30 de junio tal y como estaba previsto. No obstante, se sigue valorando la posibilidad de volver a aplicarlo teniendo en cuenta que la crisis generada por la escasez de semiconductores sigue presente.

Ante este factible contexto, UGT y CCOO han pedido que esos días de cierre sean “de carácter excepcional”. De ser así, ambas entidades solicitan que se de prioridad a los fines de semana para establecer los paros. Y es que la carencia de semiconductores, situación provocada por el COVID-19 y la inactividad de la industria automovilística, está generando una desoladora situación para el sector y, de momento, sin fecha de caducidad.

Con la actividad y producción otra vez en activo, los diferentes proveedores de semiconductores están intentando satisfacer la demanda, la cual había sido nula durante los primeros meses y ahora empieza a recuperar el ritmo inicial.