En la localidad de Hopeman, Moray (Escocia), están hartos de que por sus calles circulen a velocidades muy por encima de los límites legales establecidos, y aunque las autoridades dicen haber intentado remediar el problema, lo cierto es que los conductores siguen alcanzando velocidades excesivas que suponen un grave riesgo para los residentes de Hopeman que están completamente desesperados. En concreto la calle más preocupante tiene un límite de velocidad de 30 mph (48 Km/h), sin embargo se han cazado vehículos a 60 mph (96 Km/h). Pese a que se han intentado buscar diferentes soluciones para atacar el problema, la última y más pintoresca es la que mejor resultado está dando. En lugar de apostar por instalar caros cinemómetros o seguir luchando contra los conductores uno a uno para que reduzcan la velocidad de sus vehículos al paso por Hopeman,
se han enfundado un chaleco reflectante y han cogido los secadores de pelo de sus casas para salir a la calle emulando ser policías en un control de velocidad. El resultado es verdaderamente efectivo y es que
los conductores, al ver a lo lejos una silueta con un chaleco reflectante y una aparente pistola radar, frenan rápidamente para cumplir con el límite de velocidad. Al pasar a la altura del vecino disfrazado se dan cuenta de que no hay ningún radar, pero de este modo se consigue que por fin circulen a una velocidad acorde a los límites de la vía evitando los riesgos innecesarios que estaban sufriendo los residentes del lugar. Con este llamativo recurso desde Hopeman querían que su historia se diera a conocer y que por fin las autoridades pertinentes se pusieran manos a la obra para solucionar el problema. Visto lo visto, la repercusión la han conseguido. Fuente:
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