Los semáforos de la A-5 ya no funcionan: ¿y ahora qué?

Los semáforos son uno de los elementos de control de tráfico más eficaces y, como tal, de los más antiguos. Llevan décadas con nosotros sin apenas variar su funcionamiento, algo que ha hecho que nos acostumbremos a ellos y asumamos su funcionamiento como completamente normal. Sin embargo, en ocasiones su aplicación no parece lo más acertado: es lo que ha sucedido en la carretera A-5 de Madrid.

Uno de los proyectos más ambiciosos del ejecutivo de Manuela Carmena, la ya ex-alcaldesa de Madrid, ha sido la implantación de regulación semafórica en un generoso tramo de la A-5, una de las principales vías de tráfico de la capital española. Pese a lo ambicioso del proyecto, su puesta en marcha no ha sido todo lo exitosa que se preveía, con retenciones y accidentes constantes.

Tanto es así que una de las principales promesas del candidato del PP a la alcaldía de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha sido la de desactivar los polémicos semáforos de la A-5, una medida que no ha tardado en aplicar tras llegar al cargo hace unos días. El regidor ha afirmado que "con estos semáforos se estaba generando un retraso medio de 11 minutos respecto a los desplazamientos anteriores por la A-5, lo que provocaba más ruido y más contaminación en esa zona".

Pese a que los semáforos sólo indicación señalización ámbar desde el pasado miércoles, el radar de tramo que se instaló a principios de año y que multa desde el pasado 16 de abril sigue en funcionamiento, aunque el límite de velocidad ha vuelto a subir hasta los 70 km/h originales. Apenas han durado 4 meses en funcionamiento, pero todo apunta a que los famosos semáforos de la A-5 nunca volverán a regular el tráfico.