¿TODOTERRENO? ¡TODOBOLSILLO!
Tras una semana probándolo, he entendido por qué el SUV con aires de todoterreno que no necesita ser chino para ser barato está arrasando en España
El Dacia Duster es la opción inteligente para el que busca un coche nuevo asequible y de calidad asegurada.

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Llevo una semana con el Dacia Duster y, sinceramente, ahora entiendo por qué este coche triunfa como la Coca Cola. No es un SUV chino de esos que inundan el mercado con precios de derribo y tampoco es un tanque. Es un coche europeo, práctico, con un puntito campero que mola y un precio decente que parte desde los desde 19.990 euros en su versión de acceso. En una España donde los coches cada vez son más caros y la edad media del parque móvil ya roza los 15 años, el Duster es un soplo de aire fresco.
El Duster lleva siendo un éxito desde que llegó en 2010, y en España es un fijo entre los 20 coches más vendidos. Solo en 2023, Dacia matriculó 48.844 coches en nuestro país, y el Duster es uno de los pilares de ese éxito. ¿La clave? Ofrece mucho por muy poco, y en esta tercera generación ha dado un salto que lo hace aún más atractivo sin perder su esencia.
Un diseño que entra por los ojos y no se achanta fuera del asfalto

Lo primero que me llamó la atención al verlo es que ya no parece un coche "barato". La tercera generación del Duster tiene un diseño más robusto y moderno.Los faros LED con forma de flecha, los pasos de rueda cuadrados y los paragolpes elevados le dan un aire de todoterreno de verdad. Mide 4,34 metros de largo, 1,81 de ancho y 1,66 de alto, y con una altura libre al suelo de 217 mm en la versión 4x4, no es solo postureo: este coche se atreve con caminos complicados.
Lo saqué por pistas de tierra y algo de barro cerca de Zaragoza, y me encantó. Tiene una capacidad de maniobra en tierra que lo acerca a todoterrenos puros como el Toyota Land Cruiser, pero en barato. La versión 4x4, que arranca en 25.090 euros, viene con un sistema de tracción total conectable, bloqueo del diferencial central y varios modos de conducción como Nieve, Barro o Lock, que reparte el par al 50% entre los ejes.
Por dentro: sencillo, pero con lo que necesitas

El interior no es un alarde de lujo, y no lo pretende. Hay plásticos duros por todas partes, pero están bien ensamblados y no crujen. Los asientos son cómodos, y en una semana de uso no me dieron dolor de espalda. La posición de conducción es alta, perfecta para ver la carretera, y hay espacio de sobra para cuatro adultos. El maletero varía y te da 445 litros en las versiones 4x2, pero baja a 358 litros en el 4x4 por el sistema de tracción. Para una familia pequeña o una escapada de fin de semana, es más que suficiente.
La pantalla central de 10,1 pulgadas es un buen añadido. No es la más rápida del mundo, pero tiene Android Auto y Apple CarPlay, y la interfaz es sencilla de usar. Los mandos físicos para la climatización son un acierto: no tienes que pelearte con menús para cambiar la temperatura, y eso es genial para no distraerte en carretera. Eso sí, la insonorización podría ser mejor. En autovía, a 120 km/h, se cuela algo de ruido del viento y de rodadura, pero viniendo de usar un viejo Xsara a diario, es aceptable.
Motores: etiqueta ECO y consumos que no asustan

Probé la versión híbrida ligera (MHEV) de 130 CV con motor 1.2 TCe, que es la única disponible con tracción 4x4. Me pareció un acierto total. Tiene un par, suficiente para mover el coche con soltura, aunque en subidas muy empinadas fuera del asfalto a veces pide que juegues con el cambio manual de seis marchas. En carretera, las recuperaciones son decentes, y en un viaje de 300 km por carreteras secundarias y algo de autovía, el consumo se quedó en 5,5 litros/100 km. Nada mal para un SUV con aires de todoterreno.
Todos los motores del Duster tienen etiqueta ECO, que es un puntazo mientras sigan incordiando con las ZBE. Además del 1.2 TCe microhíbrido, hay una versión de acceso con GLP de 100 CV (desde 19.290 euros) y un híbrido completo de 140 CV, que combina un motor gasolina 1.6 con dos eléctricos y promete hasta un 80% de conducción eléctrica en ciudad.
¿Por qué arrasa en España?

Después de una semana, lo tengo claro: el Duster arrasa porque es el coche que mucha gente necesita. Mientras los chinos de MG están pegando fuerte por su bajo precio, el Duster ofrece una alternativa europea con pedigrí Renault, una fiabilidad contrastada y un precio que te lo acerca mucho. Dacia lleva tiempo vendiendo coches baratos, y la experiencia es un grado.
El Duster lo clava en nuestro mercado: es un SUV para ir al trabajo, pero también un todoterreno para meterte por un camino sin miedo a quedarte atascado (tampoco te lo flipes, por si acaso). Además, la garantía te da hasta siete años de tranquilidad, siempre y cuando hagas las revisiones en la casa oficial.
Lo que no me ha gustado tanto
No todo es perfecto. La dirección, aunque ha mejorado respecto a generaciones anteriores, sigue siendo un poco blanda para mi gusto, sobre todo en carreteras reviradas. El motor de 130 CV se queda algo justo en ciertas situaciones off-road si vas cargado o en subidas muy pronunciadas (Al final no deja de ser una especie de heredero del mítico Renault 4). Y, como decía, la insonorización podría ser mejor: en autovía se nota que no es un coche premium. Pero, sinceramente, por lo que cuesta, no se le puede pedir mucho más.
El veredicto: una compra redonda
El Dacia Duster es una compra redonda para quien busca un SUV versátil, aventurero y un precio al alcance del bolsillo de a pie. Es el todoterreno más barato del mercado europeo, con unas capacidades off-road que sorprenden y un equipamiento decente para el día a día. Después de una semana con él, entiendo por qué está arrasando. Si buscas un coche bueno, bonito, y barato, el Dacia Duster es tu coche.
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