Resolvemos todas las dudas
¿Son seguros los coches eléctricos?
Esta semana en Centímetros Cúbicos analizamos la seguridad de los coches eléctricos, así como la seguridad de sus baterías
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La seguridad es uno de los puntos más importantes de un vehículo. De hecho, después del diseño, es uno de los apartados determinantes a la hora de elegir un coche. Con el paso de los años, sistemas tan avanzados antaño, como el ABS o el control de estabilidad, ya forman parte de nuestro día a día.
En la actualidad, más de una decena de asistentes a la conducción nos acompañan en los nuevos modelos, como el asistente de mantenimiento en el carril, alerta de tráfico en ángulo muerto, cámara de visión trasera o asistente de frenada de emergencia. Siempre buscando la mayor seguridad posible.
Está claro que los nuevos modelos que van llegando al mercado son cada vez más seguros, al menos, los de gasolina y diésel que conocemos de toda la vida. Sin embargo, el vehículo eléctrico esta ganando terreno en el mercado y son muchas las dudas que se plantean alrededor de su funcionamiento y de sus baterías de litio. Las cuales están hechas en esencia de materiales inflamables, tanto como la gasolina. Por ello es normal que nos planteemos la pregunta de: “¿Son los coches eléctricos seguros?”
Por suerte, los modelos eléctricos también tienen la seguridad como uno de los pilares fundamentales en su desarrollo. De hecho, se construyen siguiendo las mismas regulaciones de diseño y manufacturación de sus modelos equivalentes de combustión. De la misma forma, su seguridad se comprueba en los mismos test que se llevan realizando durante años la Euro-NCAP. Algunos de ellos, como el Audi e-tron, el Volkswagen I.D 3 o el Mazda MX-30 recibieron la máxima puntuación: cinco estrellas.
Para evitar que las baterías reciban daño directo, estas van bien protegidas. Normalmente van alojadas en un subchasis y siempre posicionadas lo más alejadas posible de las potenciales zonas de impacto. Y, en caso de accidente, la carrocería está preparada para disipar la fuerza del impacto.
De la misma forma, para disminuir la probabilidad de incendio de las baterías si el golpe es muy fuerte, estas cuentan con un sistema de seguridad que, cuando los diversos sensores del coche detectan que se ha producido una colisión, hacen que se disparen fusibles pirotécnicos que cortan los cables de alto voltaje, desconectando la energía para evitar que tanto los ocupantes como la batería sufran mayores daños.
Y también hay otras formas de evitar que nuestra batería sufra daño en el tiempo, y es cargarla en casa. Pero cuando realicemos un viaje largo, es muy probable que tengamos que utilizar un punto de carga público, donde se plantea la siguiente duda: “¿Es seguro recargar en un día lluvioso?” Siempre nos han dicho que el agua y la electricidad no son buenos amigos…
Nada más lejos de la realidad. Para empezar, el enchufe está cuidadosamente diseñado para garantizar que no entren partículas de suciedad o gotas de agua. De la misma forma, las estaciones de carga pública son resistentes a la climatología. Y, lo más importante de todo: antes de que fluya energía eléctrica hacia el coche, hay varias verificaciones de seguridad, incluida la detección de agua, en algunas de las conexiones. Vamos, que puedes enchufarlo con total seguridad.
Al menos en la teoría, el conductor goza de seguridad tanto para recargarlo como para circular con él en completo silencio. Pero los coches también se diseñan para ser seguros de cara al peatón, por tanto, esa ausencia de sonido también es una preocupación a su posibles compradores. Sobre todo en las ciudades, donde el ruido de la banda de rodadura del neumático apenas se percibe y nos hace menos “visibles” a los demás.
El hecho de que no suenen puede ser un arma de doble filo. Porque, por un lado, fomenta una conducción relajada, lo cual está genial, pero por otro, hace que sean menos perceptibles a velocidades bajas. Por suerte, desde el año 2019 existe una normativa que obliga a todo modelo eléctrico nuevo a incorporar un sistema de altavoces que emiten, sobre todo a baja velocidad, un sonido que alerta a los peatones, Normalmente, están localizados detrás de los paragolpes delantero y trasero. De hecho, marcas como Audi o BMW han desarrollado su propio “sonido” para este tipo de vehículos.
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