QUÉ ES Y QUÉ SIGNIFICA
El testigo luminoso de tu coche con forma de muelle que nada tiene que ver con la suspensión
Sólo lo encontrarás en vehículos de tipo diésel y su activación es normal siempre que sea puntual y antes de iniciar la marcha. De lo contrario, podría haber algún problema.
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Si cuentas con un automóvil con motor de tipo diésel, es posible que te hayas fijado en que, dentro de su cuadro de instrumentación (normalmente tras el volante), existe un testigo luminoso con forma de muelle que puede encenderse por unos segundos al dar el contacto, parpadear o permanecer fijo. Este pequeño indicador muestra al usuario el funcionamiento o las posibles averías de los calentadores que equipan esta clase de propulsores.
Los calentadores de los diésel cumplen una función esencial, sobre todo en climas muy fríos. El propósito principal de esta especie de resistencias metálicas es calentar el aire que ingresa al motor durante el arranque en frío y elevar la temperatura dentro de la cámara de combustión gracias al uso de la corriente eléctrica. Esto facilita la posterior quema del carburante (en este caso gasóleo), garantizando un arranque rápido, suave y eficiente del motor, incluso en condiciones atmosféricas desafiantes.
El testigo luminoso que representa a los calentadores, y no a una suerte de muelle en horizontal, puede aparecer apagado, parpadeante o fijo. Si sólo se enciende durante unos segundos y luego se queda sin retroiluminación, el sistema antes descrito está funcionando correctamente. Si permanece activo por más tiempo, incluso cuando ya se ha arrancado el motor (no es habitual que se permita), quiere decir que las resistencias mencionadas siguen activadas.
En caso de que parpadee sin cesar, significará que existe algún tipo de problema con estos componentes: uno o más calentadores podrían estar fallando o hay un problema con el sistema de precalentamiento en general. En este supuesto, es importante revisar el vehículo lo antes posible para evitar complicaciones mayores. Se trata de algo más o menos normal cuando nuestra unidad ya tiene cierta antigüedad y/o uso (esta clase de resistencias necesitan sustituirse cada 100.000 km aproximadamente).
Las averías en los calentadores van desde elementos individuales defectuosos hasta problemas con el relé o la unidad de control electrónica. Ignorar las posibles señales de advertencia del testigo luminoso puede resultar en dificultades para arrancar el motor, así como en el aumento del desgaste de algunas de sus piezas. De todos modos, los propulsores a gasóleo modernos no dejan su puesta en marcha hasta que la luz del "muelle" no se apaga para garantizar una temperatura inicial adecuada y segura para el conjunto mecánico.
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