El dominador de los rallies en noventeros ganó por primera vez con Ford en 1994
Tommi Mäkinen y el victorioso estreno con Ford en el Rally Mil Lagos de 1994
Recordamos la edición de 1994 del Rally Mil Lagos de Finlandia, en la que Mäkinen dio una exhibición al imponerse a los candidatos al título.
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El legendario Rally Mil Lagos de Finlandia es una prueba con muchísimo pedigree, hasta el punto que en su larguísima historia de más de 60 años, solo seis pilotos no nórdicos han logrado ganarla, a los que hay que añadir a cuatro suecos. Todos los demás ganadores, los héroes locales. Uno de los últimos rallies del mundo donde la pericia de los pilotos de casa sigue contando mucho. Por ello, no es sorprendente encontrarse ocasionalmente con resultados inesperados que logran sacar una sonrisa a los aficionados, periodistas e incluso pilotos, que ven como algún talento del futuro despunta en ‘su’ rally. Así sucedió en 1994, con una leyenda que logró su primera victoria.
El Campeonato del Mundo de Rallies llegó a Finlandia para su octava cita de la temporada de 1994 sobre un total de diez con una situación excepcional en la clasificación general. Didier Auriol encabezaba la tabla con 75 puntos al volante de su Toyota Celica, mientras Carlos Sainz y Juha Kankkunen estaban empatados a 72 puntos, el español con el Impreza y el finlandés con otro Celica. Con más del doble de puntos que sus perseguidores, resultaba curioso que los tres candidatos al título no hubieran compartido podio, aunque en cada evento hubo uno o dos de ellos entre los tres primeros.
La prueba finlandesa se planteaba como crucial para el desarrollo del campeonato, pues en la recta final del mismo cualquier resultado puede dejar fuera de combate a alguno de los candidatos. Conscientes de la importancia de conocer el terreno, no eran pocos, los equipos que contaban con pilotos locales añadidos a sus alineaciones habituales. De esta forma Toyota contaba con un jovencísimo Marcus Grönholm en sus filas, mientras Ford traía a Tommi Mäkinen y Ari Vatanen (que ya había estado en tres pruebas anteriormente), con un Escort patrocinado por Red Bull.
Después de marcar el ‘scratch’ en el primer tramo, Kankkunen se auto-eliminó al protagonizar dos vuelcos que dejaron su coche hecho trizas y le obligaron a completar un tramo de forma milagrosa, al estar prohibidas las asistencias hasta ese punto. Volvería a ser el más rápido en el quinto tramo, aunque ya a diecinueve minutos de cabeza (tres de ellos por penalizaciones derivadas de las reparaciones). Vatanen tendría menos suerte, dañando su coche y sin posibilidad de repararlo y seguir adelante.
Mientras tanto, Sainz comenzaba de forma sólida aunque no espectacular, siempre en las primeras posiciones. Aunque la sorpresa la protagonizaba un Mäkinen que se encontraba en cabeza, por delante de Auriol desde el segundo tramo… aunque el día lo terminó el francés apenas dos segundos por delante. Sainz se mantenía a 27 segundos, con Bruno Thiry a más de un minuto con François Delecour quinto y Marcus Grönholm, sexto a más de dos minutos.
La mañana del segundo día comenzó con la reacción esperada de Mäkinen, que tomaba la delantera en la que era su primera aparición con el Escort RS Cosworth oficial. Peor lo tenía Thiry, segundo Ford en la clasificación, que tras un vuelco su motor dijo basta, cediendo el cuarto puesto a Delecour y el quinto a Grönholm. Por detrás, Kankkunen seguía con su gran remontada. Si había llegado a estar en la posición número
50 y había empezado el segundo día en trigésimo quinta posición, iba a terminarlo undécimo.
En cabeza, Auriol pensaba en el título y dejaba escaparse ligeramente a un desatado Mäkinen que andaba 22 segundos por delante al completar la jornada. Sainz, por su parte, se situó a siete segundos de Auriol en su pelea particular por el título. Con el último día por delante, estaba todo por pelearse. Lo corto del último día hacía que los pilotos tuvieran que esmerarse, con solo cuatro tramos aunque con la lluvia como invitada especial. Mäkinen marcaba el tempo del final del rally, tirando al máximo y llevándose con él a un Auriol al que le preocupaba que Sainz pudiera alcanzarle.
Tomando más riesgos que su rival, el de Toyota empujó y logró dejar atrás al español. Carlos Sainz era más cauto y después de dos sustos, decidía dejar los riesgos de lado para asegurar el tercer puesto del podio, justo por detrás de Didier Auriol, segundo. La victoria, por lo tanto, era para un sorprendente Tommi Mäkinen, que en su primer rally con el equipo oficial de Ford, logró una espectacular victoria. En la siguiente prueba en Italia, estaría ya con un Mitsubishi oficial, como preámbulo a su paso a la marca de los tres diamantes.
Tras los ocupantes del podio, Delecour fue cuarto y Grönholm, quinto. Por su parte, Kankkunen logró alcanzar el noveno puesto, suficiente para puntuar y mantenerse vivo (por poco) en la pelea por el título. El resultado en Finlandia dejaba a Auriol con 90 puntos por 84 de Sainz y 74 de Kankkunen. El Sanremo y el RAC prometían emociones fuertes. Y vaya si las hubo…
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