Toyota apunta a que la asociación con BMW permitió que el precio del Supra no se disparara

Poco a poco está estirando las piernas. El ToyotaSupra está de vuelta y su regreso, tras varías décadas, no hubiera sido seguramente posible sin la colaboración de BMW, no al menos en los términos que finalmente se ha dado. La estrecha colaboración con el fabricante muniqués ha repercutido obviamente en la plataforma a utilizar, la cual compartirá el Toyota Supra con el BMW Z4, sin embargo, ha tenido especial incidencia en el apartado mecánico, heredando el modelo nipón la ingeniería germana como un nuevo corazón.

Testsuya Tada, responsable del departamento de ingeniera que se ha encargado del Toyota Supra ha ido incluso un paso más allá, asegurando al medio Jalopnik que, de no haberse producido esta asociación puntual entre marcas, el precio de salida del deportivo japonés se hubiese disparado incluso por encima de los 100.000 dólares. Mientras que Nissan reniega de este tipo de uniones con otros fabricantes y ha asegurado que sus próximos deportivos no nacerán bajo dicha fórmula, en el caso de Toyota ha servido para revivir al ícono de los noventa a un precio asumible y además hacerlo en unos plazos mucho más cortos.

El propio Tada ha reconocido que esta premisa de hacer un deportivo asequible por parte de Toyota se explica también en la no utilización de materiales exóticos, entre ellos el de la propia fibra de carbono, algo que hubiera encarecido seriamente el proceso de producción. Aun así, se defiende que a pesar de compartir gastos en el desarrollo y que el Supra emplea el propulsor seis en línea de 3.0 litros y turbo de BMW, Toyota ha dotado de su propio carácter a su máquina, diferenciándola en este caso del nuevo Z4, más allá de la diferenciación obvia entre un Coupé y un Convertible.

Muy lejos de los 2,1 millones de dólares que alcanzó la subasta de la primera unidad del Toyota Supra 2020, se espera que cada uno de los 900 especímenes que se venderán en Europa durante este 2019 puede por lo tanto estar por debajo de los 50.920 dólares que se ha establecido como precio para el acceso de gama en Estados Unidos, lo que serían unos 45.400 euros al cambio actual. Si se hace caso a la referencia puesta por Tada, podríamos hablar de un precio superior a los 90.000 euros sin la colaboración con BMW.