La transformación para motores diésel que les permite conseguir la etiqueta ECO

La transformación de vehículos a Gas Licuado de Petróleo (GLP) ha ganado terreno como una alternativa más limpia y económica en el ámbito de la movilidad. Este proceso implica la adaptación del sistema de combustión de un vehículo para que pueda funcionar tanto con gasolina como con GLP. La principal motivación detrás de estas transformaciones radica en los beneficios ambientales y económicos, ya que el GLP es considerado un combustible más limpio que emite menos gases contaminantes en comparación con la gasolina tradicional.

Además, en muchos lugares, el precio del GLP tiende a ser más estable y a menudo más económico que la gasolina, lo que atrae a los propietarios de vehículos preocupados por los costes de utilización de sus vehículos. Sin embargo, es crucial que estas transformaciones se realicen por profesionales cualificados para garantizar la seguridad y el rendimiento del vehículo, aunque son muchos los fabricantes que ya ofrecen modelos adaptados de fábrica para la utilización indistinta de GLP o gasolina, con la garantía de cualquier otro vehículo.

Son muchos los conductores que apuestan por este tipo de transformaciones, pero no son tantos los que conocen que este tipo de modificaciones también pueden llevarse a cabo en vehículos diésel. Es cierto que el proceso es algo diferente y su coste sin duda mayor al de las transformaciones de motores gasolina, pero...¿cuáles son las ventajas de la transformación a GLP de motores diésel?

¿Puedo transformar mi diesel en GLP?

La respuesta corta es clara: sí, es posible hacerlo. La respuesta larga es que es posible, pero tienes que estudiar si resulta viable a nivel económico. Cuantos más kilómetros realices, antes lo amortizarás pero debes tener claro que la transformación no es tan sencilla ni sobre todo tan barata como en el caso de los motores de gasolina. La transformación a GLP de un motor diésel puede rondar los 2.000 euros y el ahorro en términos de consumo suele rondar el 15%, de manera que deberás utilizar mucho tu vehículo para compensar el coste.

Eso sí, existen otra serie de factores que pueden inclinar la balanza a favor de esta transformación:

• Etiqueta ECO: los motores diésel homologados bajo normativa Euro 6 que originalmente cuentan con la pegatina C pasan a ser considerados vehículos con distintivo ECO.

• Circulación sin restricciones en zonas de bajas emisiones (ZBE).

• Mayor autonomía: al disponer de un sistema de doble combustible, aumenta la autonomía del vehículo, ya que tendrás un depósito adicional de combustible.

• Reducción del Impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM) en función de cada ayuntamiento, aunque la mayoría cuentan con bonificaciones para este tipo de vehículos.

• Reducción de la contaminación: el GLP reduce de manera notable las emisiones de NOx y partículas por lo que contribuye a reducir la contaminación atmosférica.

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