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El truco de la botella: la última estrategia de los ladrones de coches
Los ladrones de coches siguen ingeniándoselas para intentar hacerse con lo que no es suyo de las maneras más extrañas y a la vez ingeniosas.
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Que en los últimos años estamos conduciendo los coches más avanzados de la historia del automóvil es algo que nadie se atreve ya a negar. Nuestros coches son mucho más inteligentes, más respetuosos con el medio ambiente y mucho más seguros que los que conducíamos hace apenas un par de décadas, estando además conectados muchos de ellos con el mundo exterior gracias a sistemas de localización e interacción mediante smartphone.
Sin embargo, lo que no ha cambiado es el hecho de que cada día se roban cientos y cientos de vehículos en nuestro país. El robo de automóviles es una de las faltas más recurrentes a las que tienen que enfrentarse las administraciones -y por supuesto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado- que cada día reciben cientos de avisos de nuevos robos de vehículos.
Y es que los ladrones también se han "refinado": cuentan con completísimos sistemas informáticos que en muchas ocasiones permiten robar un vehículo en cuestión de minutos aunque éste se encuentre cerrado y, por supuesto, no se cuente con las llaves. De cualquier manera, los ladrones también siguen utilizando estratagemas de lo más simples para intentar hacerse con lo que no es suyo, tal y como os describimos en este artículo.
El 'truco de la botella' de los ladrones de coches
Su última estrategia es la de utilizar el 'truco de la botella', que simplemente se refiere al hecho que algunos ladrones introducen una botella de plástico entre el paso de rueda y la misma rueda en el lado del copiloto, de manera que generalmente el conductor no se va a percatar de que alguien ha colocado un objeto extraño en su vehículo. Lógicamente, cuando el conductor comience a circular la botella hará ruido y el conductor detendrá la marcha para intentar averiguar lo que está pasando.
Generalmente, al tratarse de algo fortuito, el conductor suele bajarse sólo unos segundos del vehículo, dejándolo arrancado y abierto, lo que supone una oportunidad idónea para que el ladrón que esté observando la escena pueda meterse en el coche y huir con el botín con total facilidad y en apenas unos instantes. Por eso, desde aquí te recomendamos que en caso de que tengas que descender de tu coche por alguna causa fortuita, detengas el motor y te guardes la llave del coche en los bolsillos, impidiendo así que nadie pueda introducirse en tu coche y llevárselo sin tu consentimiento.
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