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El truco para dejar los cristales de tu coche impecables lo encontrarás...en tu ferretería
Mantener los vidrios de nuestros coches en buen estado es fundamental para disfrutar de una visibilidad correcta. Sin embargo, limpiarlos bien no siempre es fácil o sencillo, aunque existen trucos que nos ayudan en la tarea mucho más de lo que podríamos pensar.
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A la hora de mantener en buen estado nuestro coche, no tenemos que olvidarnos de la limpieza, especialmente de elementos como los vidrios. Y es que los parabrisas y ventanillas de nuestro coche cumplen con numerosas funciones: desde la estética hasta la de seguridad al representar una barrera física para evitar la entrada de agentes extraños pasando, como no podía ser de otra manera, por la función de proporcionar visibilidad a los ocupantes.
Limpiar los cristales del coche puede llegar a ser un verdadero rompecabezas: es necesario hacerlo de manera periódica para garantizar un mínimo de visibilidad, y no siempre se consigue que el cristal del coche quede todo lo limpio que quisiéramos. De hecho, la presencia de marcas de cal o de suciedad incrustada puede hacer muy difícil la tarea. El uso de limpiacristales, detergentes o jabones puede ayudar, pero hay veces en los que ni siquiera utilizando estos recursos conseguimos el resultado adecuado.
Si es tu caso, tenemos una buena noticia para ti: existe un truco con el que hacer que los cristales de tu coche queden impecables, un truco que posiblemente no conocías y que comienza con una visita... a la ferretería. Hablamos de la lana de acero, un material ampliamente utilizado en construcción y en aplicaciones industriales, que puede ser tu gran aliado para dejar los cristales de tu coche absolutamente impecables.
Lana de acero: el truco para los cristales de tu coche
La lana de acero es, básicamente, una suerte de estropajo formado por finos hilos de acero. Existen diferentes graduaciones dependiendo del grosor de los hilos, siendo "0000" la graduación más fina. Es precisamente esa la que debes utilizar, ya que la lana de acero más gruesa podría dañar los cristales. La lana de acero más fina te permitirá, por el contrario, limpiar en profundidad los cristales del coche gracias a su efecto "exfoliante", siendo capaz de dejar los cristales impecables sin necesidad ni siquiera de jabones o detergentes.
Simplemente tienes que coger un pequeño trozo de lana de acero, mojar el cristal y frotarlo, como si de una esponja o estropajo tradicional se tratase, terminando por un buen aclarado. Notarás que el cristal queda totalmente limpio, sin marcas de agua, de cal o restos de mosquitos. Eso sí, es más que recomendable que lo hagas al aire libre y que utilices tanto guantes como mascarilla, ya que durante su uso se pueden desprender pequeñas partículas metálicas que no conviene respirar.
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