LO ACABARÁS ROMPIENDO
El truco viral que jamás deberías usar en tu coche para quitarle el hielo o la nieve de encima
Por muy efectivo, rápido y barato que parezca, desconfía de este método si no quieres cambiar el parabrisas en el corto plazo.
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Cada invierno, las redes sociales se colman de vídeos donde se puede ver a diferentes personas enfrentándose con una suerte de trucos o remedios curiosos a las dificultades que el frío intenso y/o la nieve causan sobre los automóviles y la carretera. Una de las complicaciones más habituales es el hielo que suele formarse en los parabrisas de los vehículos en cuestión cuando la humedad del ambiente es elevada, mientras que la temperatura resulta muy baja.
En algunas de las grabaciones, generalmente cortas, susceptibles de viralizarse (llegar a muchos usuarios) se visualiza a un individuo arrojando agua muy caliente directamente sobre el cristal para derretir rápidamente el agua congelada. Sin embargo, esto es algo que nunca debes hacer en un coche si no quieres que, tarde o temprano, su vidrio se rompa súbitamente y sin previo aviso. Aquí te explicamos el motivo por el que tienes que desconfiar de esta práctica, dudosa y poco recomendable, durante esta estación.
Eliminar el hielo del parabrisas con agua hirviendo o con un grado de calor que supere todo lo que pueda considerarse “tibio” puede causar importantes e irreversibles daños debido al brusquísimo contraste de temperatura que se produce sobre la superficie del material. Y es que debes saber que, cuando el cristal muy está frío por culpa del hielo y se expone repentinamente al agua caliente, se produce un choque térmico.
El vidrio de la lunas delanteras de los automóviles está compuesto por capas internas y externas con propiedades diferentes y distintas resistencias. Al aplicar agua caliente, la capa exterior se expande (se dilata) de una manera mucho más rápido que la interior, lo que puede resultar en tensiones indeseadas que acaben por agrietar en el cristal. Este fenómeno, científicamente llamado “estrés térmico”, provoca que el parabrisas se debilite, afectando su integridad estructural y, en última instancia, a la visibilidad y a la seguridad del conductor.
En lugar de usar agua caliente, es recomendable utilizar métodos mucho más fiables y eficaces, pero no muy costosos, como un rascador específico. Puedes leer más sobre este proceso y otras recomendaciones para llevarlo a cabo sin deteriorar tu vehículo en nuestro artículo sobre 5 consejos para quitar la nieve y el hielo del coche sin dañarlo.
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