Turno para las carreteras convencionales: ¿rebajarán su velocidad máxima a 70 km/h?

Los límites de velocidad en las carreteras españolas parece que se han convertido en el tema de moda: una propuesta de peajes, cambios en las ciudades desde el 11 de mayo, campañas de control… y, ahora, la posibilidad de reducir los máximos en las carreteras convencionales. Se trata de un escenario en el que se concentran el 77% de las personas fallecidas, una cifra que buscan erradicar. ¿Cómo? La propuesta pasa por reducir su velocidad máxima a 70 km/h.

Fue en 2019 la última vez que se modificaron los límites genéricos de las vías secundarias: en aquel momento se pasó de 100 a 90 km/h. Esta es la velocidad máxima que deben respetar turismos, motos, autocaravanas de 3.500 kilos (como máximo) y autobuses equipados con cinturón de seguridad; los que no cuenten con este elemento y los camiones deben ir a 80 km/h. Eso sí, en las convencionales con separación física de los dos sentidos de circulación se puede fijar un límite de 100 km/h: todo dependerá del titular.

De 90 a 70 km/h

Dos años después de aquel cambio, los límites de las carreteras convencionales podrían cambiar. La Dirección General de Tráfico ha recordado que puede rebajarlos aún más siguiendo los consejos de la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Una serie de organismos que recomiendan fijar esas cifras en función de las fuerzas que el cuerpo humano puede tolerar.

Consideran, por tanto, que en las carreteras convencionales sin separación física de carriles la velocidad máxima debería ser de 70 km/h para reducir el riesgo de colisiones frontales y crear un espacio seguro de convivencia entre los vehículos y los usuarios más vulnerables de la vía: en este caso, peatones y ciclistas. De esta forma caminarían de la mano de las políticas europeas de seguridad vial que contemplan reducir a cero las muertes en accidentes de tráfico en 2050.

Adelantamientos en carreteras convencionales

Por ahora, la DGT ha negado que estén planteando esa reducción la velocidad a 70 km/h en carreteras de doble sentido, pero lo cierto es que, además de reducir la siniestralidad, sería una manera de evitar el trasvase de conductores desde las autovías y autopistas hasta las carreteras convencionales. Este es uno de los temores que se desprenden de la posible implantación, en 2024, del sistema de peajes propuesto por el Gobierno.

Y a todo esto hay que añadir una de las reformas de la Ley de Tráfico que están sobre la mesa a la espera de una fecha para entrar el vigor: eliminar la posibilidad de rebasar en 20 km/h el límite máximo en adelantamientos en carreteras convencionales con el objetivo de reducir los adelantamientos en carreteras convencionales siguiendo la estela del resto de países de la Unión Europea.