Usar gasolina de 98 octanos para gastar menos: la respuesta definitiva

Es uno de los gastos principales -incluso para muchos usuarios, el principal- cuando hablamos de utilizar un vehículo de manera recurrente. Estamos hablando del consumo de carburante, un elemento esencial para que nuestros vehículos funcionen y para que, además, lo hagan de manera correcta. Un combustible en mal estado afecta negativamente al motor, haciendo que nuestro coche funcione peor, consuma más o, incluso, que se produzcan averías adicionales en otros componentes.

En España no tenemos ese problema, ya que todos los carburantes que se distribuyen y comercializan en las miles de estaciones de servicio repartidas por nuestra geografía lo hacen cumpliendo una serie de mínimos en cuanto a calidad y composición. Eso sí, existen diferentes tipos de carburante: diésel, gasolina, GLP, GNC... y dentro de éstos, diferentes calidades o especificaciones. Las más conocidas, dentro de las gasolinas, son las gasolinas de 95 y 98 octanos.

Muchos conductores creen que pagar más por utilizar gasolina de 98 octanos no merece la pena y que es, sin duda, un gasto innecesario y prescindible. Otros, sin embargo, opinan que el uso de gasolina de 98 octanos es beneficioso para su motor, haciendo que funcione con mayor suavidad e, incluso, rebajando los niveles de consumo y emisiones contaminantes. ¿Quién tiene razón? ¿Merece la pena el uso de gasolina de 98 octanos en nuestro coche?

Gasolina de 98 octanos: sí o no

Lo primero que debemos tener claro es el concepto de "octano", que hace referencia a la capacidad antidetonante de la gasolina. En términos simples, los octanos indican la resistencia de la gasolina a la autoignición, que es cuando la mezcla de aire y combustible se enciende sin la chispa de la bujía. Un mayor número de octanos significa una mayor resistencia a la detonación y, por lo tanto, un rendimiento más suave del motor.

También debemos tener claro qué significa la relación de compresión de nuestro motor: es la medida de cuánto se comprime la mezcla de aire y combustible dentro de la cámara de combustión del motor antes de que se encienda. Una relación de compresión más alta generalmente tiene que como resultado un motor más eficiente y potente, ya que permite una mejor aprovechamiento de la energía contenida en la mezcla aire-combustible.

Combinando ambos conceptos, el uso de gasolina de 98 octanos es especialmente recomendable cuando un motor tiene una relación de compresión alta. En ese caso, sí es posible notar una reducción del consumo de combustible y una mejora en las prestaciones y rendimiento del motor, pero, por el contrario, si tenemos un motor de gasolina con una relación de compresión relativamente baja, utilizar gasolina de 98 octanos no nos reportará ningún beneficio adicional ni en funcionamiento ni en consumo. Por tanto, si estás valorando utilizar gasolina de 98 octanos en tu coche, consulta primero el dato de la relación de compresión de tu motor para que ese gasto extra merezca la pena.

La enigmática ‘carretera de los clavos’: ¿dónde se encuentra y por qué está llena de clavos?