UNA ACCIÓN, CUANTO MENOS, CUESTIONABLE

Vandalismo contra coches "contaminantes": está ocurriendo, y en Madrid son testigos de ello

Un grupo de activistas ha iniciado una campaña de "protesta y concienciación" contra el cambio climático, y su manera de quejarse ha sido pintando y vandalizando coches estacionados en la calle que ellos consideran como "muy contaminantes". Se nos ocurren mejores maneras...

Modelos y provincias

Ladrones de cochesUn splash

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En Madrid, un grupo de activistas ha llevado a cabo una serie de acciones para llamar la atención sobre la crisis climática. Bajo el nombre de "Asociación de coches de alta gama Mariposas en el Tubo de Escape", estos manifestantes han optado por una forma inusual de protesta: pintar vehículos estacionados en las calles.

Estas intervenciones han tenido lugar tanto en el barrio de Salamanca como en Chamartín, seleccionando específicamente vehículos de alta gama, principalmente SUV. El objetivo de estas acciones es destacar el impacto ambiental del transporte y generar conciencia sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático.

Utilizando spray de pintura, los activistas plasman el mensaje "+1,5 ºC" en la carrocería y las ventanas de los vehículos. Estas intervenciones suelen llevarse a cabo durante la noche, cuando las calles están más tranquilas, la vigilancia es menor y los automóviles permanecen estacionados. Si bien estas acciones buscan recibir atención mediática, los activistas han optado por mantener su anonimato, cubriendo sus rostros durante las intervenciones para evitar ser identificados.

El objetivo de esta asociación es resaltar la responsabilidad del sector automovilístico en las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar un debate sobre la necesidad de adoptar medidas más sostenibles en el transporte. Con estas acciones, buscan llamar la atención tanto de los propietarios de los vehículos como de la sociedad en general, aunque atacando a la propiedad privada no parece ser la manera más oportuna y lícita de llevar a cabo este tipo de protestas.

Con este tipo de actos lo que suele conseguirse es un efecto rebote: los usuarios, especialmente los que se han visto afectados por el vandalismo, deciden dar un paso atrás y no apoyar de ninguna manera este tipo de actos, que además suelen generar un impacto mayor sobre el medio ambiente al ser necesario reparar todos estos vehículos antes de que vuelvan a circular, con el consiguiente gasto en energía y materiales que muchas veces son contaminantes como pinturas y lacas.

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